Desde Secretum Meum Mihi:
Entrevista concedida por el presidente de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei», Cardenal Darío Castrillón Hoyos, a Vittoria Prisciandaro para el mensual italiano Iesus en el número de Mayo de 2008 (ver entrevista completa en Totus Tuus Network). Traducción al español de un aparte provista por Secretum Meum Mihi. La parte que hemos escogido es muy esclarecedora sobre aspectos tales como: el futuro documento interpretativo, qué se entiende por grupo estable, qué se debería hacer si pocos o nadie solicita la forma extraordinaria del Rito Latino, etc. Presentamos disculpas por no poder ofrecer completa la traducción del artículo, el cual es interesante en su integridad, esperamos contar con que algún lector nos de una manito y complete el vacio.
- Su secretario, monseñor Camille Perl, ha anunciado que en breve habrá un documento aclaratorio del Motu Proprio. ¿Cuando se publicará?
- «Fue el Cardenal Bertone quien lo anunció, y tiene el derecho de hacerlo. Pero Yo, que soy un servidor del Papa, lo anunciaré sólo cuando lo diga el Papa. Nuestra Comisión ha referido al Pontífice que de todas partes del mundo llegan tantas preguntas, muchísimas justificadas, otras debido a falta de conocimiento. El Santo padre, y sólo Él, dirá si conviene hacer tal documento y cuando».
- ¿Cuales son las preguntas que han llegado y que merecen una respuesta?
- «La primera se relaciona con el latín —dicen— celebrar en una lengua que no se conoce no es conveniente. Infortunadamente los seminaristas, pero tambien algunos sacerdotes, no lo han estudiado y entonces es difícil para ellos celebrar en la forma extraordinaria. Para hacerlo deberían al menos conocer el canón de la Misa, la parte de la consagración. Nosotros en “Ecclesia Dei” nos estamos equipando y estamos preparando encuentros, cursos y comunicación informatica para un profundo conocimiento de la litutgias anterior. Algunos cursos ya estan activos en Francia, Alemania, en Brasil, en America Central y el los Estados Unidos. En toledo, en España, por ejemplo, se está evaluando si conviene hacer un seminario extra para la preparación al rito extraordinario o dar cursos especiales en el seminario de la diocesis. En general se nota un interés de regresar el latín en el mundo academico. Ha sido triste en estos años constatar el abandono no sólo de la lengua latina, sino tambien de ciertos contenidos teologicos coligados a la precisión semántica de la lengua latina».
- Otro problema es la carencia de sacerdotes...
- «Si en una diocesis faltan sacerdotes y sólo tres o cuatro fieles demandan el rito extraordinario, es una cosa de sentido común pensar que sea difícil satisfacer la demanda. Pero, porque la intención, la mens, del Papa es conceder este tesoro por el bien de la Iglesia, donde no hayan sacerdotes la mejor cosa sería oficiar una celebración según el rito extraordinario en una de las Misas dominicales parroquiales. Sería una Misa para todos, y todos, aún las generaciones jóvenes, usufructuarían la riqueza del rito extraordinario, por ejemplo, esos momentos de contemplación que en el Novus Ordo han desaparecido».
- ¿Entonces Ud. sostiene que, aunque no haya un grupo consistente y estable, en el futuro se piensa ofrecer una de las Misas dominicales en el rito extraordinario?
- «Pensaría que si. De otra parte, esta posibilidad ya había sido aprobada unanimemente en 1986 por una comisión cardenalicia en la cual estaba presente tambien el cardenal Ratzinger, pero en ese entonces no llegó a ser operativa. Ahora estaría seguro que podría realizarse».
- Otro punto para clarificar es la definición de “grupo estable y consistente”. ¿Qué se entiende exactamente?
- «Es una cuestión de sentido común: ¿por qué hacer un problema si las personas que piden el rito vienen de diferentes parroquias? Si se reunen y piden una Misa, se convierten en grupo estable, aunque no se conozcan de antes. Aunque [sobre] el número es una cuestión de buena voluntad. En algunas parroquias, especialmente en el campo, en los días de feria las personas que participan en la Misa ordinaria son tres o cuatro y lo mismo pasa en no pocas casas religiosas. ¿Por qué si aquellas mismas tres personas buscan la Misa antigua, sería pastoralmente necesario rehusarla?».
- ¿Entonces el futuro documento debería ser más acogedor a las peticiones de pocos?
- «Si, pero se necesita entenderlo no como una cosa que va en detrimento de otros, de la mayoría, sino por el enriquecimiento y siempre evitando toda forma de contraposición, por mínima que sea». "
- Su secretario, monseñor Camille Perl, ha anunciado que en breve habrá un documento aclaratorio del Motu Proprio. ¿Cuando se publicará?
- «Fue el Cardenal Bertone quien lo anunció, y tiene el derecho de hacerlo. Pero Yo, que soy un servidor del Papa, lo anunciaré sólo cuando lo diga el Papa. Nuestra Comisión ha referido al Pontífice que de todas partes del mundo llegan tantas preguntas, muchísimas justificadas, otras debido a falta de conocimiento. El Santo padre, y sólo Él, dirá si conviene hacer tal documento y cuando».
- ¿Cuales son las preguntas que han llegado y que merecen una respuesta?
- «La primera se relaciona con el latín —dicen— celebrar en una lengua que no se conoce no es conveniente. Infortunadamente los seminaristas, pero tambien algunos sacerdotes, no lo han estudiado y entonces es difícil para ellos celebrar en la forma extraordinaria. Para hacerlo deberían al menos conocer el canón de la Misa, la parte de la consagración. Nosotros en “Ecclesia Dei” nos estamos equipando y estamos preparando encuentros, cursos y comunicación informatica para un profundo conocimiento de la litutgias anterior. Algunos cursos ya estan activos en Francia, Alemania, en Brasil, en America Central y el los Estados Unidos. En toledo, en España, por ejemplo, se está evaluando si conviene hacer un seminario extra para la preparación al rito extraordinario o dar cursos especiales en el seminario de la diocesis. En general se nota un interés de regresar el latín en el mundo academico. Ha sido triste en estos años constatar el abandono no sólo de la lengua latina, sino tambien de ciertos contenidos teologicos coligados a la precisión semántica de la lengua latina».
- Otro problema es la carencia de sacerdotes...
- «Si en una diocesis faltan sacerdotes y sólo tres o cuatro fieles demandan el rito extraordinario, es una cosa de sentido común pensar que sea difícil satisfacer la demanda. Pero, porque la intención, la mens, del Papa es conceder este tesoro por el bien de la Iglesia, donde no hayan sacerdotes la mejor cosa sería oficiar una celebración según el rito extraordinario en una de las Misas dominicales parroquiales. Sería una Misa para todos, y todos, aún las generaciones jóvenes, usufructuarían la riqueza del rito extraordinario, por ejemplo, esos momentos de contemplación que en el Novus Ordo han desaparecido».
- ¿Entonces Ud. sostiene que, aunque no haya un grupo consistente y estable, en el futuro se piensa ofrecer una de las Misas dominicales en el rito extraordinario?
- «Pensaría que si. De otra parte, esta posibilidad ya había sido aprobada unanimemente en 1986 por una comisión cardenalicia en la cual estaba presente tambien el cardenal Ratzinger, pero en ese entonces no llegó a ser operativa. Ahora estaría seguro que podría realizarse».
- Otro punto para clarificar es la definición de “grupo estable y consistente”. ¿Qué se entiende exactamente?
- «Es una cuestión de sentido común: ¿por qué hacer un problema si las personas que piden el rito vienen de diferentes parroquias? Si se reunen y piden una Misa, se convierten en grupo estable, aunque no se conozcan de antes. Aunque [sobre] el número es una cuestión de buena voluntad. En algunas parroquias, especialmente en el campo, en los días de feria las personas que participan en la Misa ordinaria son tres o cuatro y lo mismo pasa en no pocas casas religiosas. ¿Por qué si aquellas mismas tres personas buscan la Misa antigua, sería pastoralmente necesario rehusarla?».
- ¿Entonces el futuro documento debería ser más acogedor a las peticiones de pocos?
- «Si, pero se necesita entenderlo no como una cosa que va en detrimento de otros, de la mayoría, sino por el enriquecimiento y siempre evitando toda forma de contraposición, por mínima que sea». "
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