lunes, 1 de septiembre de 2008

La Iglesia verde

Desde la versión electrónica de la revista chilena "Que Pasa", texto e imágenes:

HidroAysén es el primer campo de batalla donde se enfrenta un obispo -Luis Infanti- con grandes empresas. El sacerdote -que invitó esta semana al controvertido teólogo de la liberación Leonardo Boff a Aysén- equipara el daño medioambiental con los atentados a los DD.HH. Una disputa que para la Iglesia abre una nueva interrogante: ¿qué posición tomará con los empresarios católicos que son cuestionados por los grupos ecologistas? Alejandro Goic responde.
Por Josefina Ríos

La profunda convicción del obispo de Aysén, monseñor Luis Infanti, de que es un error que se construyan las megarrepresas en la Patagonia quedó claramente plasmada esta semana en su carta pastoral "Danos Señor el agua de cada día", que presentó el martes pasado en el Cine Municipal de Coyhaique.

El sacerdote de origen italiano busca aclarar en sus 95 páginas de qué se tratan los proyectos hidroeléctricos que se pretende levantar en esa zona y sus alcances para la comunidad y la naturaleza.

Su férrea oposición a HidroAysén no es nueva. Hace dos años, fue uno de los primeros prelados nacionales en involucrarse públicamente en la causa medioambiental al divulgar la carta "Aysén agua y vida". En ella formulaba 15 preguntas a los habitantes del lugar, las cuales los invitaban a reflexionar desde una perspectiva ética espiritual en torno a este tema, con un énfasis especial en la protección del agua.

Hoy, sin embargo, Infanti ha ido más lejos: califica como "energías de muerte" a aquellos proyectos que atentan, a su juicio, en contra del medio ambiente. En la misma línea, sitúa a la par los atentados a la naturaleza con las violaciones a los derechos humanos y llama a las autoridades a modificar la Constitución, ya que según él, el modelo imperante se ha traducido en que el poder empresarial maneje al poder político y judicial.

El obispo de Aysén no teme a la polémica. Quizás por lo mismo, tampoco dudó en invitar -para que presentara su nuevo documento- al controvertido teólogo de la liberación Leonardo Boff, quien fue sancionado por el Papa Juan Pablo II debido a algunas de sus posturas de corte radical. Hoy Boff es un activista medioambiental.

En contra de Pascua Lama
Infanti es sin duda uno de los personajes dentro de la Iglesia chilena con mayor notoriedad en estas lides. Sin embargo, está lejos de ser el único. Desde hace algunos años, y en especial, a partir de la Conferencia del Episcopado de América y el Caribe -que reunió a todos los obispos del subcontinente en la ciudad brasileña de Aparecida en mayo del 2007-, la problemática medioambiental comenzó a tener un lugar privilegiado en la agenda de la jerarquía.

"En nuestras Orientaciones Pastorales publicadas en mayo pasado, y que tienen vigencia hasta el 2012, abordamos el tema de la naturaleza desde una perspectiva valórica cristiana. Pero son temas nuevos... entonces son los pastores de las localidades que se están viendo enfrentados a este tipo de problemáticas los llamados a comprobar, en la medida de lo posible, si tal o cual proyecto es beneficioso para la población", explica monseñor Alejandro Goic, presidente de la Conferencia Episcopal.

La potente voz que ha mantenido Infanti durante los últimos años, tiene su eco profundo en el norte de Chile: el obispo de Copiapó, monseñor Gaspar Quintana, desde hace aproximadamente tres años es uno de los líderes más emblemáticos en la campaña en contra del proyecto aurífero Pascua Lama, que levantará la minera canadiense Barrick Gold en el valle de Huasco.

Si bien la Conama ya aprobó el esquema trazado por Barrick, Quintana no desiste de sus intenciones para que el tema se posponga hasta que por lo menos "estén todas las dudas claras". Además, asegura que el papel de la Iglesia es estar atentos para que las observaciones y las cautelas se tengan en cuenta pues, "aún tengo mis dudas acerca de lo que pueda pasar en el futuro, porque en otros proyectos que se han hecho en el país y en Latinoamérica también se dijo que estaba todo en orden y los desastres pasaron igual. No mucho tiempo atrás, por ejemplo, vimos la tragedia de Celco".

La "batalla" de Quintana no se queda sólo en palabras. Hace tres semanas celebró una misa en la catedral de Copiapó para exponer sus críticas sobre ese desarrollo minero en Huasco. La homilía del obispo fue acompañada en todo momento por una gran lienzo que decía Salvemos el agua y no a Pascua Lama.

¿Qué pasa con los empresarios?
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia -publicado en 2004- dedica completamente el capítulo X a la salvaguardia del medioambiente.

Allí se establece que "la naturaleza aparece como un instrumento del hombre, una realidad que él debe manipular constantemente, especialmente mediante la tecnología". Sin embargo subraya "la responsabilidad humana de preservar un ambiente íntegro y sano para todos".

Durante el último tiempo, la Santa Sede ha dado pasos hacia la creación de una mayor conciencia ecológica. Incluso el Papa Benedicto XVI ha hecho distintos llamados a la protección del medio ambiente, diciendo que temas como el cambio climático se volvieron de gran importancia para la humanidad. Tanto es así que el Vaticano para producir electricidad instaló células fotovoltaicas en sus edificios.

En abril de este año, el arzobispo italiano Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico -organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia-, enunció los nuevos "pecados capitales". Entre éstos nombró las faltas ecológicas y el daño a la Tierra y la manipulación genética.

Monseñor Goic, explica que se trata de pecados graves. "Dentro de la moral cristiana llamamos faltas sociales a aquellas falencias que tienen una mayor repercusión en la comunidad, como por ejemplo una sociedad que no mira el bien común y hay grandes inequidades, porque los bienes que Dios destinó en este mundo son para el uso de todos".

-¿Entonces, de concretarse estos proyectos, los empresarios involucrados estarían cometiendo un pecado capital?
-No he estudiado a fondo el tema de HidroAysén ni el de Pascua Lama. Pero no me atrevería a entrar en el corazón de un ser humano y calificar si hay una intención. Lo que hay que buscar objetivamente es si los megaproyectos salvaguardan realmente la naturaleza y si responden a las inquietudes de los grupos ambientalistas. Es un diálogo que a mi juicio ha faltado.

-¿Los obispos locales podrían llegar a excomulgar a los inversionistas de estos proyectos si consideran que realmente están dañando la naturaleza?
-No creo. La excomunión es una pena muy extrema, que poquísimas veces un obispo da en su diócesis. Pasó durante el régimen militar cuando se comprobó que había casos de tortura. No estamos en esa realidad. Las palabras de los obispos de Aysén y Copiapó son palabras de pastores que están preocupados por su gente, por el medio ambiente y hay que verlas con un corazón abierto y no cerrarse a la posibilidad de que tengan validez o restarles autoridad.

"El agua es del Estado"
Aunque todos coinciden en que el diálogo es importante para limar asperezas, monseñor Infanti -quien ha sido apoyado en sus planteamientos por los Obispos del Sur, que incluyen a los jefes de las iglesias desde la Araucanía hasta Magallanes y siete obispos de la Patagonia argentina- es enfático en asegurar que él es completamente contrario a que se haga el proyecto de HidroAysén tal como está planteado.

Propone, en cambio, que se opte por "energías de 'vida' que emanen de la naturaleza, sin dañarla, "como las centrales de paso que producen igual o más energía a costos similares de lo que se contempla para levantar HidroAysén".

Infanti es partidario de que exista un cambio en el sistema institucional chileno: "No soy experto ni técnico en el tema, pero ciertamente la legislación referente al agua es altamente perjudicial y está haciendo desmoronar un sistema ecológico. La legislación sobre el agua está inserta dentro de un marco constitucional que se planteó en un momento determinado de nuestra historia, pero la experiencia de estos años ha demostrado que es necesario tener una nueva mirada sobre el tema. La gestión de las aguas debiera estar en manos del Estado".

-Lo que usted plantea supone una limitación al derecho de propiedad.
-Es evidente que en términos éticos es muy cuestionable que una sola empresa extranjera tenga el 96% de los derechos de agua de una región, como es el caso de Aysén. El Estado es el llamado a gestionar un recurso que es tan esencial para la vida como es el agua. Sobre todo considerando la escasez de este recurso. Hoy quien tiene el agua tiene una llave mágica y si esa llave la tiene una empresa, entonces estamos hablando de un nuevo tipo de colonialismo.

-¿Qué pasa con los accionistas chilenos de estos proyectos, los que además en su mayoría son católicos?
-Bueno la carta que di a conocer el martes es una posibilidad de reflexión para ellos. Yo entiendo que no porque una persona tenga el poder económico y se sienta súper católico no pueda cuestionarse la parte ética de lo que está haciendo. Pero, en todo caso, la carta no es contra personas determinadas, es una invitación a reflexionar para todos.

-Usted ha comparado las supuestas agresiones que hacen proyectos como HidroAysén y Pascua Lama a la tierra y el agua con las violaciones a los derechos humanos.
-Sí. El ser humano vive en un mundo en el que están todos interrelacionados. No es que un problema en Aysén tenga que ver sólo con esta región: tiene que ver con todo el planeta. Existen zonas en el mundo donde el agua escasea y tenemos una responsabilidad con ellos. Si el Estado se desliga de la responsabilidad de gestionar las aguas en una empresa, se está desligando de su responsabilidad como Estado.

Discusiones con Dios
Para el cientista político Carlos Martínez -asistente permanente a los seminarios que el Vaticano organiza en torno al tema medioambiental-, comparar las violaciones a los derechos humanos con los problemas ecológicos es una ofensa que Infanti hace al gobierno.

"Infanti agrede a la democracia chilena que tiene una institucionalidad ambiental operando y un Estado de Derecho. Son realidades incomparables. El obispo está en una postura casi mesiánica".

Si bien en HidroAysén están al tanto de las duras críticas éticas que hace Infanti a su proyecto, prefieren no polemizar al respecto. "Es inimaginable que como empresa aparezcamos en una especie de discusión con Dios", asegura una fuente dentro de esa compañía que reúne capitales de Endesa y Colbún.

De todos modos, aseguran que el proyecto no daña el ecosistema, aunque reconocen que sí habrá cambios en el paisaje. "En definitiva la construcción de las represas significará la reubicación de 14 familias y la desaparición de algunos bosques. Pero no habrá cambios en la naturaleza del lugar, pues el proyecto contempla la reforestación con especies nativas".

Asimismo, con su puesta en marcha se reemplazarán siete centrales térmicas, lo que a la larga disminuirá las emisiones de CO2. "La Universidad de Yale publicó hace algunos meses el ranking de países con menor cantidad de emisiones de gases. Los siete primeros lugares son naciones que tienen una matriz hidroeléctrica", agregan desde HidroAysén.

Desde Barrick Gold aseguran que les interesa mucho la posición de la Iglesia sobre el proyecto. "Nos hemos reunido con monseñor Quintana y le hemos hecho ver que Pascua Lama sufrió la más seria e intensa evaluación ambiental que haya tenido un proyecto de este tipo en el país y que ha sido revisado y mejorado varias veces. Hemos tenido un acercamiento con toda la comunidad y también hemos intentado acercarnos a la Iglesia, pero no hemos tenido resultados. Echamos de menos de parte de ésta una discusión más informada", dice Rodrigo Rivas, gerente de Asuntos Corporativos de la minera.

En la misma línea, Rivas agrega que en otros países como Argentina y Perú, la empresa ha logrado tener relaciones fluidas con la jerarquía católica de las localidades en las que operan, pues coinciden con ellas en la importancia de brindar buenos empleos y promover el desarrollo de la gente más pobre.

"Compartimos la visión de monseñor Goic sobre el desarrollo sustentable y la necesidad de diálogo y aseguramos que nuestro proyecto no va a hipotecar los recursos de hoy para el mañana. Es más, Pascua Lama va a significar más agua para el río Huasco, porque comprometimos una inversión importante en infraestructura de riego", concluye Rivas.

El polémico invitado de Monseñor Infanti

El controvertido teólogo y filósofo brasileño Genésio Darci Boff, mundialmente conocido como Leonardo Boff (69), fue el escogido del obispo de Aysén, Julio Infanti, para que presentara su carta pastoral donde critica la construcción de las megarrepresas en esa región. La elección del prelado patagónico no estuvo exenta de polémicas, pues en 1985 la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por Joseph Ratzinger -hoy Papa Benedicto XVI- sancionó por un año a Boff debido a su libro "La Iglesia, Carisma y Poder", donde criticaba la doctrina del magisterio.

Cinco años después, y ante la posibilidad de una nueva sanción, el fundador de la Teología de la Liberación -la cual plantea cómo ser cristiano en un continente oprimido como el latinoamericano- dejó la orden franciscana. Desde entonces, ha dirigido su mirada a los temas medioambientales, convirtiéndose en un cotizado conferencista sobre esta materia.

De hecho, antes de aterrizar en Chile, Boff estuvo como invitado de la Fundación Avina dictando algunas conferencias en Argentina. Según un diario cubano que reseñó una de sus intervenciones en Buenos Aires, Boff no ahorró en crítcas a la Iglesia Católica y, en particular, a Benedicto XVI, al que responsabilizó por "equívocos" sobre el islamismo. Asimismo destacó que la Tierra ya no aguanta la perspectiva de dominación del hombre, surgida de la tradición judeo cristiana a la que consideró "parte de la crisis".

Es por ello que el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, expresa que "cada obispo es libre de invitar a quien desee a su diócesis. Pero me parecería inconveniente y una falta de prudencia que Leonardo Boff se refiera a otros temas ajenos a la invitación y menos que se refiera a temas en los cuales sus opiniones han sido rechazadas por la Iglesia como contrarias a la fe católica".

Monseñor Infanti, sin embargo, defiende a su invitado -quien también dictará hoy una conferencia en la Universidad Arcis-. "En conocimiento de que la Fundación Avina lo llevaría a Argentina coordiné la posibilidad de que también lo trajeran a Chile, pues esa organización tiene fuerte lazos con esta región y su problemática. Pero hay que dejar claro que invité a Boff para que hablara específicamente del tema ecológico, del cual es un experto a nivel mundial".

-¿No le incomodó el hecho de que Leonardo Boff sea una figura tan polémica dentro del catolicismo?
-El mundo de la teología era una especialidad europea. Pero en los últimos 40 años ha surgido en América Latina una corriente teológica tan válida como cualquier otra: esto se ha dado a llamar Teología de la Liberación, la cual a pesar de la histeria de algunos sectores, yo la veo como lo más lógico, natural y creativo que hay.

-El Vaticano, sin embargo, en muchas ocasiones no lo percibió de esa manera e incluso castigó a Leonardo Boff.
-Yo veo como altamente favorable el hecho de que haya surgido una teología propia de Latinoamérica con características encarnadas en nuestra realidad. Ahora como en toda cosa también hay posibilidad de cometer equivocaciones. Leonardo Boff ha escrito cerca de 100 libros y fue castigado por uno. Quedémonos en el resto.
  1. http://www.quepasa.cl/medio/articulo/0,0,38039290_101111578_366340961,00.html

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