martes, 2 de septiembre de 2008

El vice de Obama es católico. Pero los obispos le niegan la comunión

Desde Chiesa, texto e imagen. En el sitio de Chiesa, que mas abajo se vincula, se puede encontrar una entrevista a Mons. Raymond Burke, y un documento del entonces Cardenal Ratzinger, ambos comentados en el cuerpo del artículo:

El motivo es que Biden defiende el aborto. El arzobispo de Denver declara que él debería abstenerse de presentarse a la eucaristía. Desde Roma el arzobispo Burke le pone mano firme. Y Ratzinger ya en el 2004 escribía a los obispos estadounidenses...
por Sandro Magister

ROMA, 27 de agosto del 2008 – En la víspera de la convención del partido democrático en Denver, el candidato de este partido a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, designó como su candidato a la vicepresidencia a un católico, el senador Joseph Biden.

Inmediatamente esta designación ha vuelto a encender la polémica sobre si dar o no la comunión eucarística a los políticos pro aborto.

De hecho, Biden es uno de estos. Hijo de obreros irlandeses, en su juventud estuvo tentado de entrar al seminario y con el rosario siempre en el bolsillo, va a misa todos los domingos y toma la comunión en su parroquia de San José en Greenville, Delaware.

Pero como político siempre ha apoyado con vigor la sentencia Roe vs. Wade de la corte suprema, que abrió el camino al aborto legal en los Estados Unidos. Dice aceptar la doctrina de la Iglesia católica sobre la vida que inicia en la concepción, votó a favor de una ley que prohíbe el aborto en las últimas semanas de gestación, pero juzga la sentencia Roe vs. Wade justa para una sociedad que tiene diferentes visiones sobre el aborto.

En una entrevista a "Christian Science Monitor" Biden dijo considerar sus propias como “del todo coherentes con la doctrina social católica”.

Pero no es esta la idea del arzobispo Charles J. Chaput de Denver, la ciudad cuyo partido democrático lanzó oficialmente a Obama y Biden como candidatos a las presidenciales.

Entrevistado por la Associated Press, Chaput ha dicho quee el apoyo dado por Biden al llamado “derecho” al aborto es una grave culpa pública. Y agregó: “Pienso por tanto que por coherencia él debe abstenerse de presentarse a la comunión”.

En los mismos días, desde Roma, otro arzobispo estadounidense, Raymond L. Burke, se expresó sobre la misma cuestión y en la misma línea: también él niega la comunión a los políticos católicos pro aborto.

Tanto Burke como Chaput no son nuevos en similares tomas de posición. En el 2004, la víspera de las anteriores elecciones presidenciales, Burke se había pronunciado a favor de negar la comunión al entonces candidato democrático a la Casa la Blanca, John Kerry, también él católico y “pro-choice”

En junio de aquel año, desde Roma, el entonces cardenal Joseph Ratzinger había trasmitido a la conferencia episcopal de los Estados Unidos una nota con los “principios general” sobre la cuestión.

La nota de Ratzinger era reservada, pero www.chiesa la publicó completa. Ella daba la razón a los obispos intransigentes como Burke y Chaput. Pero la mayoría de los obispos de los Estados Unidos era contraria a negar la comunión a los políticos católicos que sostenían el aborto. También dos cardenales autorizados del ala conservadora, Francis E. George, de Chicago, y el teólogo jesuita Avery Dulles, eran reacios a “hacer de la eucaristía un campo de batalla política”. Al final, la conferencia episcopal decidió “aplicar” caso por caso los principios a los que se remite Ratziger, confiando “a cada obispo el expresar prudentes juicios pastorales en las circunstancias a él propias”.

Desde Roma el cardenal Ratzinger aceptó esta solución y la definió “en armonía” con los principios generales de su nota.

En esto Ratzinger se alineó a una praxis típica de los países católicos de Europa, donde el rigor de los principios convive con comportamientos pastorales más flexibles.

En Europa, en efecto, la Iglesia católica jamás ha afrontado ni mucho menos creado casos similares al de Kerry o de Biden en los Estados Unidos. En los últimos decenios en Europa, obispos, cardenales y Papas han dado a sabiendas la comunión a políticos católicos que promovían leyes abortistas. En 1989 el muy católico rey Baldovino de Bélgica dimitió temporalmente de su cargo de rey para no firmar una ley sobre el aborto, pero ese gesto fue del todo personal suyo: ninguno de la jerarquía de la Iglesia se lo había solicitado.

Regresando a los Estados Unidos, el caso del senador Biden presenta de todos modos nuevos aspectos, respecto al caso Kerry de hace cuatro años.

Ante todo, Ratzinger antes cardenal ahora es Papa. Y una parte importante de su magisterio tiene por objeto precisamente el tema de la nota que él transmitió en el 2004 a los obispos de los Estados Unidos: cómo ser o no “digno de recibir la santa comunión”.

En segundo lugar, el obispo de Denver, Chaput, continuamente se está siendo más notorio en el episcopado de los Estados Unidos. Precisamente en los días pasados publicó un libro sobre como actuar en política con coherencia con la fe católica, muy neto en rechazar la comunión a quien defiende el aborto. Y el libro – titulado "Render Unto Caesar. Serving the Nation by Living Our Catholic Beliefs in Political Life" – ha sido reseñado positivamente por “L’Osservatore Romano”, que ha recomendad su lectura “en los Estados Unidos y en otras partes”.

En tercer lugar está la entrevista a Burke. Hasta el pasado 27 de junio Burke era arzobispo de Saint Louis. Después de lo cual fue llamado a Roma como nuevo prefecto del supremo tribunal de la signatura apostólica. Con este cargo él ha hablado pues como un representante del gobierno central de la Iglesia, en estrecho contacto con el Papa.

Finalmente, se debe notar que la orientación prevalente de los obispos estadounidenses a propósito de dar la comunión a los políticos católicos pro aborto tiende a ser más rigurosa que en el pasado. Prueba de ello es la polémica que siguió al viaje de Benedicto XVI a los Estados Unidos el pasado mes de abril, con motivo de la comunión dada durante las misas papales por ha John Kerry, Nancy Pelosi, Ted Kennedy y Rudy Giuliani. En aquella ocasión el cardenal de Nueva York, Edgard Egan, condenó su gesto con palabras insólitamente severas.
  1. http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/206336?sp=y
  2. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2008/08/de-qu-modo-los-catlicos-deben-hacer.html

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