martes, 31 de marzo de 2009

Tiempo de Pasión

1. Vista general. -
Llámase Tiempo de Pasión a las dos últimas semanas de Cuaresma, en las cuales el tema de los padecimientos y persecuciones del Salvador es el principal en la Liturgia, mientras el de la instrucción de los Catecúmenos y preparación de los Penitentes públicos para su reconciliación, pasa ya a segunda línea. Es, pues, la misma Santa Cuaresma, pero más íntimamente vivida con Jesucristo, Varón de dolores, cuyas humillaciones y tormentos, a la par que excitan la compasión de los buenos cristianos, los predisponen a la compunción del corazón. Está todo él sombreado por el leño de la Cruz, ese "árbol esbelto y refulgente, ataviado con la púrpura real", como canta con aires de triunfo la Iglesia, repitiendo sin cesar, en estos días, las bellas estrofas del Vexilla Regis, de Venancio Fortunato.

En la primera de estas dos semanas, evoca la Liturgia los seis últimos meses de la vida pública de Jesús, época de las grandes polémicas con los Judíos y de las persecuciones, descaradas ya y agresivas, de sus enemigos. Jesús sólo se les aparece a intervalos; pues los ve tan enconados contra su persona, que tiene que huirlos, para dar tiempo a que llegue su hora. Son seis meses de humillaciones y de afrentas; seis meses de verdadera Pasión, pero toda vía incruenta.

Los textos litúrgicos van descubriéndonos, día tras día, nuevos aspectos de esta furibunda persecución. El Domingo, vemos a los Judíos arrojándole piedras; el Lunes, ingeniándose para prenderle; el Martes, a punto de matarle; el Miércoles, queriendo de nuevo apedrearle; el Jueves, acechándole, en casa del fariseo Simón, mientras perdona El a la Magdalena; el Viernes, tramando ya definitiva mente su muerte, y el Sábado, acorralándolo de tal forma, que le obligan a esconderse para no adelantar los acontecimientos.

En la segunda semana, la "Semana Santa" que nosotros llamamos, o la Semana "penosa " como la denominaban los antiguos, la Liturgia reproduce con los más vivos colores los últimos episodios de la vida de Jesús: los postreros destellos del Sol de Justicia, venido a alumbrar a este mundo entenebrecido por la culpa; las terribles peripecias que rodean la obra maestra de nuestra Redención.

El Domingo, Lunes y Miércoles Santo, son días de brillante aurora, pero de sombrío ocaso. El Divino Maestro parece glorioso por la mañana, enseña en público, discute, triunfa; pero al anochecer, se retira a casas amigas, como para ponerse al abrigo del espíritu de las tinieblas. El Jueves después de realizar, a los postres de la Cena legal, el milagro de amor de la Eucaristía, se entrega sin reservas en manos de sus enemigos; entre quienes muere, el Viernes. para salvarlos a ellos, y con ellos al mundo prevaricador.

2. La actitud de la Iglesia. -
En vista de tan tos tormentos y de ultrajes tan horribles como su Esposo padece, la Iglesia se cubre de luto riguroso, y cubre también con telas moradas las estatuas, los retablos y hasta el Crucifijo; pide a David y a Jeremías sus Salmos más lúgubres y sus más desoladoras Lamentaciones; y con su palabra de Madre cariñosa, con su actitud de Esposa desolada, con las predicaciones, con las lecturas, con los cantos, en todos los tonos y en todas las formas, háblale a Jerusalén, que es el alma pecadora, y le dice una y otra y muchas veces a modo de sonsonete: "¡Jerusalén, Jerusalén, arrepiéntete, conviértete al Señor, Dios tuyo!"

El rito litúrgico que hace más sensible a los ojos de los fieles esta actitud dolorosa de la Iglesia en Tiempo de Pasión, es el de la velación de las imágenes, que prescribe el Ceremonial y que se efectúa el Sábado anterior.

Los arqueólogos y liturgistas no andan de acuerdo en su interpretación. Quienes se acogen a la historia y a la arqueología; quienes al simbolismo. A nosotros nos parece, después de estudiar los documentos antiguos y modernos, que se trata de un hecho histórico antiquísimo, que, al perder con el tiempo la aplicación real originaria, adquirió un muy razonable simbolismo.

Históricamente, creemos hallar la clave de este rito en el de la penitencia pública. Como ya hemos dicho, el primer día de Cuaresma se presentaban los penitentes en traje y en actitud humilde a la iglesia, de la que el obispo los despedía, después de imponerles la ceniza y vestirlos de saco y de cilicio -como Dios despidió a Adán y a Eva del paraíso-, enviándolos hasta el Jueves Santo a algún monasterio de las afueras de la ciudad. El rito de la expulsión perduró hasta el siglo XIV, en que, extendiéndose, por devoción, la penitencia pública y la recepción de la ceniza a la generalidad de los fieles, no fue ya posible expulsar del templo a todos los penitentes, que formaban mayoría. Para recordarles, no obstante, el suprimido rito y mantenerlos en la humildad, aislóseles, ya que no de la iglesia, del presbiterio, mediante una cortina roja suspendida de la bóveda. Poco a poco, sin duda por no hallar práctico este sistema que deslucía y embarazaba las ceremonias litúrgicas, dicha cortina se fue acortando y reduciendo al velo actual, que apenas cubre las imágenes y la cruz. He aquí, pues, el origen histórico y la razón de ser del cortinaje, de diversas hechuras y tamaños, según los países e iglesias, que se usa en la actualidad

Los liturgistas simbolistas han visto en este rito un recurso piadoso para representar materialmente el hecho de haber tenido que esconderse el Señor en el templo para escapar al furor de sus enemigos que intentaron apedrearlo.

Tal, en efecto, autoriza a suponerlo la costumbre medioeval de cubrir el Crucifijo, justamente en el momento preciso de cantarse en la Misa el texto mismo del Evangelio alusivo a ese hecho. Al propio tiempo le atribuyen la virtud de recordar a los fieles que, durante esta temporada, Nuestro Señor veló su Divinidad, dejándose prender y torturar como si sólo fuese hombre, y hombre criminal. Y conforme a esto, la razón de cubrir las imágenes de los Santos a la vez que la del Crucifijo, sería la de hacer ver que también los hijos participan de la confusión y oprobios del Padre, y que deben ellos también ocultar su gloria, cuando la del Señor se desvanece a los ojos de los hombres. Que es la misma razón por la cual también se omiten en el Oficio de Pasión los "Sufragios" de los Santos.

Además de vestirse de luto riguroso, la Iglesia suprime, en Tiempo de Pasión, el "Gloria Patri" en el Introito y en el Salmo del "Lavabo" de la Misa, así como en el Invitatorio y Responsorios del Oficio; y, además, todo el Salmo" Júdica " del principio de la Misa.

El "Gloria" es un grito de triunfo y de alegría, y como la Iglesia quiere ir poco a poco inspirando a los fieles sentimientos de tristeza por los acontecimientos dolorosos que se avecinan, suprímelo en esos momentos solemnes de la Misa y del Oficio, conservándolos solamente al final de los Salmos. En el último triduo de Pasión, días de completa desolación, ni en los Salmos se oirá ya esa doxología.

La omisión del Salmo "Júdica" al principio de la Misa, no es una práctica muy antigua, ni tiene un significado especial, ya que la oración que ahora reza el sacerdote al pie del altar, antes de comenzar el Introito, introdújose por primera vez en los países francos hacia el siglo VIII; como ese Salmo 42 cantábase en el Introito, por eso se suprimía antes de la confesión que precedía a la subida al ara del sacrificio. Sin embargo, suprimido y todo este Salmo, nada más que por evitar su repetición, es lo cierto que su omisión contribuye no poco a imprimir a las misas de esta temporada un sello de severidad.

3. El Triunfo de la Cruz. -
En medio de los acentos de dolor que con frecuencia exhala la liturgia de estos días, resuenan de vez en cuando en el templo notas verdaderamente triunfales, que nos hacen por momentos dudar si celebramos alborozados alguna victoria gloriosa, o plañimos tristes acontecimientos. Los lamentos de Jeremías contrastan notablemente, en Tiempo de Pasión, con los entusiasmos del Prefacio de la Misa, y los de los himnos del poeta Fortunato, cuyas estrofas a la Cruz hacen por un instante olvidar, en Vísperas, Maitines y Laudes, los textos melancólicos que les han precedido. Ninguna otra bandera ha inspirado jamás himnos más brillantes que ésta del cristianismo, con vertida, de instrumento infame que era, en insignia gloriosa, al contacto de los miembros de Cristo.

El Prefacio canta con aires de triunfo: "En verdad es digno y justo... darte gracias a Ti, Padre Todopoderoso... que pusiste la salvación del género humano en el Árbol de la Cruz, para que de donde salió la muerte de allí renaciese la vida, y el que en un árbol fue vencido, venciese en árbol, por Cristo, Señor nuestro..." Pocas palabras, pero significativas y concluyentes.

Entre los varios himnos que el gran poeta galo Fortunato compuso en honor de la santa Cruz con ocasión de la llegada al monasterio benedictino de Poitiers, fundado por Santa Radegundis, de las insignes Reliquias del " Lignum Crucis " se han hecho los más célebres: el Pange lingua, gloriosi praelium certáininis (canta, oh lengua, la victoria del más glorioso combate), que está dividido en el Breviario en dos partes, una para Maitines y otra para Laudes, conservándolo completo el Misal en la ceremonia de la Adoración de la Cruz del Viernes Santo: y el Vexilla Regis, el más conocido y celebrado, y que se emplea en Vísperas y en la procesión del Viernes Santo al "monumento".

En la Edad Media, el culto de la Cruz sólo despertaba sentimientos de júbilo y de triunfo; sentimientos que los artistas plásticamente representaban en los Crucifijos de la época, ciñendo a Cristo de una corona de gloria, y trocando la sangre de sus heridas por perlas de oro y piedras preciosas. En realidad, son los mismos sentimientos que ha patrocinado la Liturgia a través de los siglos, no obstante las representaciones dolo rosas de los artistas modernos, repitiendo sin cesar en las diversas festividades de la Cruz los himnos triunfales de Venancio Fortunato, y acoplando al lado de ellos otros textos igualmente brillantes.
  1. http://ar.geocities.com/misa_tridentina/t_cuaresma/tiempo_pasion.html

Condonando Africanos

Compartimos un artículo de Juan Manuel de Padra, aparecido en el diario español ABC este 21 de Marzo
EL Mátrix progre ha reaccionado ante unas palabras de Benedicto XVI que reclamaban una «humanización de la sexualidad» como la niña del exorcista reaccionaba cuando la asperjaban con el hisopo. Y es natural que reaccione así, pues lo que el Matrix progre postula es una sexualidad deshumanizada y una «solidaridad de lejanías», consistente en condecorarse la solapa de la chaqueta con escarapelas solidarias y en enviar remesas de condones al África, para que los africanos practiquen a destajo el «sexo seguro», que es como en el Mátrix progre llaman a la sexualidad deshumanizada. Cuando el Papa mira a un enfermo de sida, ¿qué ve en él? Pues ve, en expresión evangélica, a uno de esos «pequeñuelos» sobre los que un seguidor de Jesús tiene la obligación de volcarse, fundiéndose con su dolor. En cambio, cuando el Mátrix progre mira a un enfermo de sida, ¿qué ve en él? Pues ve, como diría el ministro de los condones, una «tormenta de hormonas».

Y, claro, cuando en un enfermo de sida ves una tormenta de hormonas, sólo se te ocurre regalarle un chubasquero, para que la tormenta no lo empape. Que es tanto como si a un pirómano le regalas un extintor, para que el fuego no lo abrase. El sida tiene su origen en la promiscuidad sexual; y el Mátrix progre, en lugar de combatir la promiscuidad sexual, la exalta y aplaude, exhortando a sus súbditos a entregarse a ella sin recato y regalándoles luego un condón, para que actúe como salvoconducto de su promiscuidad. Es doctrina establecida en el Mátrix progre que los males no deben atajarse en su origen, sino en sus consecuencias; porque atajar el mal en sus orígenes nos libera de su esclavitud, mientras que combatir sus consecuencias nos hunde más en la esclavitud y nos hace confiarlo todo en la eficacia del salvoconducto que el Mátrix progre nos dispensa. La discusión sobre la eficacia del salvoconducto, adonde el Mátrix progre pretende conducir el debate (llevando el agua a su molino), resulta bizantina: pues, independientemente de que los condones garanticen o no un «sexo seguro», lo que es indubitable es que garantizan un sexo deshumanizado. Las personas a las que previamente has esclavizado, confiándolas en la eficacia del salvoconducto que les regalas, no pueden liberarse de su esclavitud, cuando el salvoconducto les falta; y la exaltación de la promiscuidad produce personas que no pueden dejar de ser promiscuas, aunque se hayan olvidado de meter un condón en el bolsillo, como el pirómano no puede renunciar a su pulsión aunque se haya dejado olvidado en casa el extintor.

Benedicto XVI cree en la «humanización de la sexualidad», que consiste en liberar al hombre de la esclavitud de la promiscuidad. Cree que la sexualidad debe contribuir a restituir al hombre su verdadera naturaleza, que no consiste en chapotear en una «tormenta de hormonas» (aunque sea con chubasquero), sino en buscar un sentido vital profundo en el que eros y ágape -amor carnal y amor como donación de afectos- formen una unidad liberadora. En el Mátrix progre predicar la humanización de la sexualidad es piedra de escándalo, porque liberar al hombre de sus esclavitudes erosiona su dominio. Y, con obsceno furor, arremeten contra el Papa, asegurando que sus declaraciones constituyen un «atentado contra la vida»; se lo dicen con repugnante cinismo, sobre su atalaya de mil millones de abortos en los últimos treinta años, a quien más denodadamente defiende en nuestra época la dignidad de la vida humana. Pero Benedicto XVI conoce bien aquellas palabras de la Epístola a los Romanos: «Por lo cual Dios los entregó a las concupiscencias de sus corazones, a la inmundicia con que deshonran entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira»; y conoce también la naturaleza martirial de su ministerio.

  1. http://www.abc.es/20090321/opinion-firmas/condonando-africanos-20090321.html
  2. http://www.juanmanueldeprada.com/

Proteste contra Le Monde por su caricatura blasfema

Desde "Acción Familia":

Hacemos un llamado para que proteste con urgencia por la caricatura blasfema, publicada por el periódico francés Le Monde, en la que representa a Nuestro Señor Jesucristo repartiendo preservativos a una masa excitada desde una barca.

La caricatura dice:

“Después de la multiplicación de los panes, la multiplicación de los preservativos”.

La caricatura ridiculiza también al Papa, quien es representado como un viejo decrépito que dice: “Todo vale”.

¡Como católicos, no podemos aceptar tal ataque contra Nuestro Señor y el Papado!

Por eso le pido que envíe un mensaje de protesta directamente vía mail a Le Monde haciendo clic aquí.

Pero hay más…

Le Monde también escribió un editorial contra el Papa, criticándolo ásperamente por su declaración sobre el uso de los preservativos, durante su viaje reciente a Camerún.

Lo único que hizo el Papa fue reafirmar la enseñanza de la Iglesia sobre la castidad, mostrando cómo los preservativos, en vez de ayudar a preservar vidas y a restringir la extensión del SIDA, contribuyen a la extensión de la enfermedad y a causar más muertes.

Como respuesta, en Europa se levantó un furioso y agrio coro de voces de liberales anticatólicos. Le Monde constituye el pico de un iceberg, la expresión más violenta del odio contra la moral católica.

Por eso, es muy importante que Ud. y nosotros nos unamos con otros católicos de todo el mundo para levantar una categórica protesta contra Le Monde, como expresión de nuestro amor, de nuestra Fe y lealtad a Dios, al Papado y a la moral católica.

Una vez más le ruego que envíe un mensaje de protesta a Le Monde,haciendo clic aquí.

No podemos mantenernos al margen de esta situación.

Por amor de Dios, de la Iglesia Católica y de la moral, envíe por favor hoy su mensaje y después reenvíelo a todos los católicos que conozca.

El máximo experto en Sida de Harvard, da la razón al Papa

El director del "Projecto de Investigación de Prevención del Sida de Harvard", Edward Green, afirma: “El Papa tiene razón. Nuestros mejores estudios muestran una relación consistente entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor (no menor) tasa de contagios de Sida”.

Pocas horas después del despegue del avión que transportó al Papa a Camerún el lunes pasado, saltó la polémica que ha copado los titulares del primer viaje de Benedicto XVI a África.

A la pregunta de un periodista francés sobre la postura de la Iglesia en torno al Sida, Benedicto XVI respondió que “no se puede resolver simplemente con la distribución de preservativos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución, añadió el Papa, se logrará con la “humanización de la sexualidad”.

Los días siguientes portavoces de gobiernos de Alemania, Francia o España criticaron duramente las palabras del Papa. El secretario general del Ministerio de Sanidad, José Martínez Olmos (España), “pidió al Papa entonar el ‘mea culpa’ por porque está dando un mensaje contrario a la evidencia científica”.

Ahora, uno de los expertos más acreditados en investigación sobre prevención del Sida dan la razón a Benedicto XVI: “Las evidencias que tenemos apoyan sus comentarios. No podemos asociar mayor uso de preservativos con una menor tasa de SIDA”.

En una entrevista con el National Review Online, Green explica la causa de este fenómeno con el conocido como “comportamiento desinhibido” o “compensación del riesgo”: “Cuando se usa alguna tecnología para reducir un riesgo, como el preservativo, a menudo se pierden los beneficios asumiendo un mayor riesgo que si uno no usara esa tecnología”.

“También me di cuenta de que el Papa dijo que la monogamia era la mejor respuesta al Sida en África. Nuestras investigaciones muestran que la reducción del número de parejas sexuales es el más importante cambio de comportamiento asociado a la reducción de las tasas de contagio del Sida”.

“Sin embargo - argumentaba a finales de 2007 en una conferencia en Sudáfrica - los programas patrocinados por los más importantes donantes no han promovido la monogamia, ni siquiera la reducción de diferentes parejas. Es difícil entender por qué. Imagínense que se pusieran sobre la mesa 15 millones de dólares para luchar contra el cáncer de pulmón. Sin duda tendríamos que estudiar el comportamiento de los fumadores: consejos para dejar de fumar, o al menos reducir los cigarrillos al día”.

Green sostiene que el modelo en la lucha contra el Sida sigue siendo el ugandés, donde el Gobierno adoptó en los años 80 un programa que decía “quédate con tu pareja o sé fiel”. “Allí los programas han intentado modificar los comportamientos sexuales a un nivel más profundo”.

Edward Green, autor de investigaciones en numerosos países de África durante los últimos 20 años, está a punto de publicar ‘Sida e ideología’, donde describe cómo la industria está recibiendo millones de dólares al año promoviendo el uso de preservativos, medicamentos, y tratamientos para el Sida, y es claramente resistente a la idea de que el cambio de comportamiento es la solución.
  1. http://www.accionfamilia.org/accion/le_monde/
  2. http://www.accionfamilia.org/general/proteste-contra-le-monde-por-su-caricatura-blasfema/
  3. http://www.accionfamilia.org/general/maximo-experto-sida-harvard-da-razon-papa/

lunes, 30 de marzo de 2009

El Tiempo de Cuaresma IV

5. La Misa "estacional". -
Una de las particularidades más características de la liturgia cuaresmal antigua era la Misa "estacional ". Tenía lugar todos los días, al atardecer, después de la Hora de Nona. Durante todo el día, el pueblo y el clero dedicábanse a sus ocupaciones habituales, pero cuando el cuadrante solar del Forum marcaba la hora de Nona, los fieles de toda la ciudad de Roma se dirigían a la porfía hacia la iglesia estacional, a la que a menudo el mismo Papa acudía para ofrecer el Santo Sacrificio. Ordinariamente, la "colecta" o reunión efectuábase en una de las basílicas vecinas, donde esperaban la llegada del Sumo Pontífice y de su séquito. Una vez éstos en la basílica, revestíase el Papa de sus ornamentos y subía al altar para rezar la "colecta" u oración de toda la asamblea, terminada la cual iban todos en procesión a la Iglesia "estacional", al son de las Letanías y precedidos por la Cruz procesional. Allí el Papa celebraba ]a Misa del día, en la que todos los asistentes ofrecían y comulgaban. Era ya la puesta de sol, cuando el pueblo volvía a sus casas, satisfecho de haber ofrecido a Dios el sacrificio vespertino, como coronamiento de una jornada laboriosa, santificada por la oración, por la penitencia y por el trabajo(2).

Esta Misa "estacional" era la única que antiguamente había en cada población: por eso la celebraba el Pontífice con asistencia del clero y del pueblo. Como los de Cuaresma eran todos días de ayuno riguroso, todos esperaban en ayunas la hora de la Misa, para poder comulgar en ella. Después hacían su única comida, y los monjes completaban el Oficio canónico, cantando en sus monasterios las Vísperas. He aquí la razón de cantar Vísperas por la mañana, antes de la comida, todos los días de Cuaresma, excepto los domingos, que no son de ayuno.

Un momento antes de la Comunión, un Subdiácono anunciaba al pueblo el lugar de la estación del día siguiente en estos términog: "Mañana, la estación será en la iglesia de San N.". Y la Schola respondía: "A Dios gracias". En seguida de la Comunión y de la Oración-colecta, decía el Celebrante la colecta "super pópulum", que entonces reemplazaba a la bendición final. Estas fórmulas de despedida que, antiguamente, estaban en uso en todas les liturgias, aun orientales, y que llevaban a veces consigo la imposición de las manos del Obispo, sólo las ha conservado nuestro Misal en las ferias de Cuaresma, por el carácter solemne y episcopal que éstas tenían(3).

Cuando el Papa no intervenía en la fiesta estacional, un acólito iba, después de la Misa, a su palacio, y le llevaba por devoción un poco de algodón mojado en la lámpara del santuario. Al llegar, le pedía la bendición, la cual recibida, decíale: "Hoy tuvo lugar la "estación" en San N., y te saluda". El Papa le respondía: "Deo gratias", y después de besar respetuosamente el algodón, entregábaselo su cubiculario, quien lo guardaba con cuidado para meterlo, al morir el Papa, en la almohadilla fúnebre(4).

En el actual Misal Romano se indica todavía, al principio de la Misa correspondiente, la basílica o iglesia "estacional", de cada día, lo que muchas veces será útil tener en cuenta para explicarse el uso de ciertos textos y su verdadero significado en aquel día determinado(5).

6. Los Domingos de Cuaresma. -
Descontando el de Pasión y el de Ramos, que habremos de estudiar aparte, son cuatro los domingos de Cuaresma siendo el primero el de más categoría, y el cuarto, de "Laetare" el más popular.

El I Domingo ha tomado entre los Latinos el nombre de "invocabit" de la primera palabra del Intróito de la Misa, y entre los Griegos se le llama la "Fiesta de la Ortodoxia", por señalar el aniversario del restablecimiento de las santas Imágenes, en el siglo IX.

En la Edad Media llamósele el domingo de las "Antorchas", porque los jóvenes, que se habían desenfrenado en los jolgorios de Carnaval, presentábanse ese día en la iglesia con una tea encendida para pedir una penitencia al sacerdote, a fin de reparar sus pasados excesos, de los que eran absueltos el Jueves Santo en la Reconciliación general. También es conocido con el nombre de domingo de la Tentación, por referir el Evangelio de la Misa la triple tentación del Señor en el desierto.

El II Domingo, hasta el siglo IX, fue de los llamados "domingos vacantes", o libres de "estación", a causa de haberlo precedido con las suyas las IV Témporas y estar el público cansado. Después del siglo IX, empero, señalósele ya su estación, como a los demás.

El III Domingo - era el de los "Escrutinios", porque en él, o comenzaba el examen de los Catecúmenos que habían de recibir el Bautismo la Vigilia de Pascua, o bien se les citaba para el Miércoles siguiente.

NOTAS:
(2) Ca.rd.Schuster: ob. cit., vol. III, c. I.
(3) Card. Schuster: ob. cit.
(4) Card. Schuster: ob. cit.
(5) Para ello ninguna guía mejor que el "Liber Sacramentorum" del Card. Schuster.

  1. http://ar.geocities.com/misa_tridentina/t_cuaresma/cuaresma.html
  2. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-i.html
  3. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-ii.html
  4. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-iii.html

España se moviliza por la Vida

Texto e imágenes desde "ABC":

Cientos de miles de personas rechazan la ley de aborto que prepara el gobierno.
Guillermo D. Olmo, Madrid

Hacía frío esta mañana en Madrid, pero esto no ha disuadido a las decenas de miles de personas, medio millón, según los convocantes, que se han echado a la calle para dejar clara su oposición a la ley de plazos del aborto que prepara el Ministerio de Igualdad que dirige Bibiana Aído. Convocados por más de un centenar de colectivos, una multitud de ciudadanos ha tomado el centro de Madrid bajo el lema "No existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir".

Pero no ha sido sólo en Madrid donde ha podido escucharse el alegato antiabortista. Aunque la de la capital ha sido la más concurrida, en otras ochenta ciudades españolas se ha podido escuchar alto y claro el no a los planes de Aído, cuyo Ministerio trabaja en la preparación de una ley de plazos del aborto que sustituya a la actual, en vigor desde 1985 y que amplía los supuestos en los que las mujeres podrán abortar. Uno de los puntos más conflictivos de la norma que prepara el Gobierno es el que faculta a las menores de edad mayores de dieciséis años a abortar su embarazo sin consentimiento de sus padres.

En la marcha madrileña, que ha discurrido de la calle de Alcalá hasta la plaza de Cánovas del Castillo, junto al Congreso de los Diputados, se han escuchado lemas como "Vida sí, aborto no" o "Zapatero, tu madre dijo sí". También ha podido verse a un grupo de jóvenes que desfilaba tras una pancarta con el mensaje "Aído, deja a las niñas de 16 años en paz".

La manifestación ha discurrido en un tono festivo, que ha alcanzado su clímax en el escenario en el que ha concluido el trayecto de la manifestación. Allí, la música en directo y los discursos de encendidos intervinientes han exaltado los ánimos de la concurrencia, concurrencia de lo más variopinta. Familias enteras han acudido a respaldar la convocatoria. Ha podido verse a niños, jóvenes y mayores. Muchos de los asistentes han acudido envueltos en banderas de España. La inmensa mayoría han exhibido carteles contra el aborto y en defensa del derecho a la vida.

Sin embargo, el tono festivo que ha presidido la marcha no ha rebajado el tono combativo de los manifestantes. Ignacio Arsuaga, presidente del colectivo Hazte Oír, ha exigido al presidente Zapatero que retire su proyecto: "Esto es sólo el principio. Vamos a parar el rodillo pro muerte del Gobierno", ha advertido. Previamente, en declaraciones a ABC.es, Arsuaga ha explicado que los convocantes de la protesta no sólo están en contra de la futura Ley del Aborto, sino que también aspiran a la derogación de la que ya está en vigor.

La manifestación se ha disuelto tras un acto presentado por "el Charlas", reportero de Intereconomía TV, y la lectura de un comunicado en el que se ha exigido al Gobierno que desista de sus intenciones y se ha reclamado como alternativa a los planes de Aído "un verdadero plan de apoyo a las mujeres embarazadas para que puedan dar a luz a sus hijos y en última instancia si fuera necesario, entregarlos en adopción".


Manifiesto Marcha por la vida

A día de hoy existe la evidencia científica de que desde el momento de la fecundación
existe una vida humana digna de ser respetada y protegida. Ante este hecho se puede
afirmar que el aborto supone la muerte violenta de un ser humano y un terrible drama
para la mujer que lo sufre.

El número de abortos practicados en España supera ya el millón, y sin embargo sigue sin
ofrecerse ninguna información ni ayudas sociales a las mujeres embarazadas en
situaciones difíciles, mientras que sí existe financiación para que vayan a abortar.

Ahora el Gobierno pretende aprobar una ley de aborto libre, que deja al no nacido
completamente desprotegido y abandona a la mujer ante sus problemas, empujándolas al
aborto. Además, considera a los enfermos y discapacitados como seres humanos de
segunda categoría, permitiendo que puedan ser eliminados antes de nacer.

Con al aborto libre, el número de niños muertos aumentaría hasta casi el doble, así como el
de mujeres que sufrirían los ya conocidos daños físicos y psicológicos que el aborto
provoca en ellas.

Además, el Gobierno pretende que las menores puedan abortar sin el consentimiento
paterno, dejándolas solas y despojando a los padres del derecho a ayudar a sus propias
hijas ante la situación de un embarazo inesperado.

Con el aborto todos perdemos, salvo los centros abortistas que seguirán enriqueciéndose a
costa del sufrimiento de muchos miles de niños y familias.
Por todo ello,

EXIGIMOS
Que nuestras leyes protejan el derecho a vivir y a ser madre, amparando la vida en todo
momento y circunstancia y ayudando a las mujeres embarazadas a superar cualquier
problema que un embarazo imprevisto pueda generarles.
Además,

EXIGIMOS
Que se respete el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario para que
pueda cumplir con su compromiso de defender y cuidar la vida y la salud desde el mismo
instante de la concepción.
Al mismo tiempo,

NOS OPONEMOS
A una nueva ley del aborto que sólo traerá más muertes y más sufrimiento para miles de
mujeres.

Toda España, 29 de marzo de 2009

  1. http://www.abc.es/20090330/nacional-sociedad/cientos-miles-personas-rechazan-200903300409.html
  2. http://www.abc.es/multimedia/fotos/sociedad/marcha-vida-32504.asp
  3. http://www.abc.es/gestordocumental/uploads/Sociedad/DAV-Manifiesto_260309.pdf

viernes, 20 de marzo de 2009

Comer y devorar, por un devorador de aquellos

No era de extrañar la reacción de algunos a la carta de S.S. el Papa a los obispos del mundo explicando su decisión de levantar la excomunión a los obispos ordenados por Mons. Lefevbre, hemos encontrado en Zenit, por medio de la chilena "Radio María", la opinión de Mons. Mario de Gasperín Gasperín, obispo de Querétaro, México; en ella, mas que una imparcial opinión y una "puesta de sayo", lanza tal útil prenda para la vestimenta de otros... no está de mas comentar que no compartimos esta visión parcial.

Morder y devorar a la Iglesia... y en la Iglesia
Comentario del obispo de Queréntaro a la carta del Papa sobre lefebvrianos

QUERÉTARO, jueves, 19 de marzo de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Publicamos la reflexión de monseñor Mario De Gasperín Gasperín, obispo de Querétaro, México, sobre la Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la Remisión de la Excomunión de los Cuatro Obispos Consagrados por el arzobispo Marcel Lefebvre, del Papa Benedicto XVI.

Morder y devorar

Morder y devorar son dos verbos fuertes que extrañan a cualquiera que escuche emplearlos para referirse a las relaciones humanas. Los utiliza, sin embargo, san Pablo con desenfado para describir la situación que reinaba entre los cristianos de la región de Galacia: "Si ustedes se muerden y devoran unos a otros, tengan cuidado no vayan a destruirse mutuamente" les dice su fundador y padre en la fe (Gl 3, 15). Aunque lo parezca, no exagera el Apóstol. Lo más triste, explica el papa Benedicto XVI en la reciente Carta a los Obispos de la Iglesia Católica, es que este "morder y devorar" existe también hoy entre nosotros, como expresión de una libertad mal interpretada. En concreto, se refiere el Romano Pontífice a las reacciones virulentas que provocó en algunos círculos católicos su decisión de levantar la excomunión a cuatro obispos lefebvrianos y la consabida manipulación de los medios de comunicación.

Hay que decir con toda claridad que el Papa ni se equivocó ni se arrepiente en su carta. El Papa la llama "palabra clarificadora". Manifiesta, sí, su extrañeza y su dolor ante la incomprensión respecto a su actitud y, por eso, la explica con claridad y humildad a sus hermanos obispos. Al papa Juan XXIII se le admiró y sigue admirando por su bondad y comprensión con los hermanos separados. A él se debe, no la invención, sino el haber recordado que es deber moral y cristiano distinguir entre el pecado y el pecador, entre las personas y las instituciones, y que hay que aceptar lo bueno y verdadero que exista en un disidente, aunque sea poco, y desde allí iniciar el diálogo y reconstruir la unidad de la Iglesia.

Esto fue exactamente lo que hizo el papa Benedicto XVI con esos hermanos lefebvrianos: les tendió la mano quitándoles una censura gravísima, la excomunión, pero sin reconocerles ningún estatuto jurídico dentro de la Iglesia mientras persista en ellos su intransigencia doctrinal. Nada sencillo es fijar límites entre la ignorancia y la mala fe, pero en cualquier caso es lamentable que muchos hayan aprovechado esta mano tendida del Papa --cuya primera carta encíclica nos recuerda que "Dios es amor"--, no para estrecharla ni para ver en este gesto una señal de amor cristiano, sino para morderla y lastimar al pontífice de Roma, nuestro pastor.

Le agradecemos al Papa este gesto de caridad fraterna al mismo tiempo que su firmeza doctrinal al defender el tesoro de la fe y buscar restaurar la unidad de la Iglesia, tendiendo la mano a esos cuatro obispos, a casi medio millar de sacerdotes, a cientos de seminaristas y miles de fieles que se han rebelado contra la autoridad legítima. Norma sabia ha sido siempre en la Iglesia buscar la unidad en lo esencial, comprensión en lo opinable y caridad en todo. Los que "muerden y devoran" a la Iglesia deben permanecer donde suelen estar, rondando en su exterior.
  1. http://www.radiomaria.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=183&Itemid=1

Brasil: "Las declaraciones de Fisichella podrían ser una apología del aborto"

Desde "Sector Católico":

Las autoridades eclesiales de la diócesis brasileña de Pesqueira están que trinan. Y con razón. Por eso han escrito una carta al presidente de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Rino Fisichella (en la foto), en la que explican los motivos de la actuación del obispo de la diócesis con relación al caso de la niña de nueve años que decidió someterse a un aborto, y que fue posteriormente excomulgada, así como su madre y los médicos que practicaron el asesinato de los bebés; aunque el L´Osservatore Romano publicó, en un primer mometo, que los hechos habían sucedido en la diócesis de Recife no fue allí donde ocurrieron sino en la ciudad de Alagoinha, (diócesis de Pesqueira).

Dicen que "todos nosotros -comenzando por el párroco de Alagoinha (abajo firmante) - tratamos a la niña grávida y a su familia con toda caridad y dulzura. El párroco, ejerciendo su solicitud pastoral, al conocer la noticia en su residencia, se dirigió de inmediato a la casa de la familia, donde se reunió con la niña para prestarle su apoyo y acompañamiento durante la grave y difícil situación en que la niña se encontraba. Y esta actitud se repitió durante todos los días, desde Alagoinha a Recife, donde sucedió el triste hecho de aborto de dos inocentes. Por lo tanto, resulta evidente e inequívoco que nadie pensó en primer lugar en una "excomunión". Usamos todos los medios a nuestro alcance para para evitar el aborto y así salvar tres vidas".

"Estamos convencidos de la divulgación de esta pena medicinal (la excomunión) hará bien a muchos católicos, induciéndolos a evitar este pecado gravísimo. El silencio de la Iglesia sería muy perjudicial, sobre todo al constatarse que en mundo entero están ocurriendo cincuenta millones de abortos cada año y solo en Brasil un millón de vidas inocentes son segadas. El silencio puede ser interpretado como una connivencia o complicidad. Si algún médico tienen "conciencia perpleja" antes de practicar un aborto (lo que parece extremadamente improbable) si él es católico y desea observar la ley de Dios debe consultar con un director espiritual".

Y se despachan contra el diario oficial de la Santa Sede por haber recogido las polémicas declaraciones del arzobispo Fisichella: "El artículo es, en otras palabras, una afrenta directa a la defensa de la vida de tres criaturas vehementemente realizada por Don José Cardoso Sobrinho y demuestra que, en lo que se refiere al autor, no tiene ni los fundamentos ni las informaciones necesarias para hablar sobre el asunto, por total desconocimiento de los detalles del hecho. El texto puede ser interpretado como una apología del aborto, en contradicción con el Magisterio de la Iglesia".

SECTOR CATÓLICO vuelve a pedir una vez más la destitución del prelado Fisichella por el grave escándalo causado y apela también al interesado, para que éste si no tenga la decencia de dimitir.

Carta a monseñor Fisichella de responsables de la archidiócesis de Recife.
Obtenida desde el sitio de la AICA, Agencia informativa Católica Argentina, mas abajo linkeada.

“Con respecto al artículo titulado "Dalla parte della bambina brasiliana" y publicado en L'Osservatore Romano el día 15 de marzo, nosotros, los abajo firmantes, declaramos:

“1. El hecho no sucedió en Recife, como dice el artículo, sino en la ciudad de Alagoinha, (diócesis de Pesqueira).

“2. Todos nosotros -comenzando por el párroco de Alagoinha (abajo firmante)- tratamos a la niña grávida y a su familia con toda caridad y dulzura. El Párroco, ejerciendo su solicitud pastoral, al conocer la noticia en su residencia, se dirigió de inmediato a la casa de la familia, donde se reunió con la niña para prestarle su apoyo y acompañamiento durante la grave y difícil situación en que la niña se encontraba. Y esta actitud se repitió durante todos los días, desde Alagoinha a Recife, donde sucedió el triste hecho de aborto de dos inocentes. Por lo tanto, resulta evidente e inequívoco que nadie pensó en primer lugar en una ‘excomunión’. Usamos todos los medios a nuestro alcance para para evitar el aborto y así salvar TRES vidas. El Párroco acompañó personalmente al Consejo Tutelar de la ciudad en todas las iniciativas que tuviesen como objetivo el bien de la niña y de sus dos hijos. En el hospital, con visitas diarias, demostró actitudes de cariño y atención que daban a entender tanto a la niña como a su madre que no estaban solas, sino que la Iglesia, allí representada por el párroco local, les garantizaba la asistencia necesaria y la certeza de que todo sería hecho para el bien de la niña y para salvar a sus dos hijos.

“3. Después de que la niña fue transferida a un hospital de la ciudad de Recife, intentamos todos los medios legales para evitar el aborto. La Iglesia jamás omitió estar presente en el hospital. El Párroco realizó visitas diarias al hospital, desplazándose de su ciudad que dista 230 km de Recife, sin medir esfuerzo alguno para que tanto la niña como la madre se sintiesen en presencia de Jesús el Buen Pastor que va al encuentro de las ovejas que más precisan de su atención. De suerte tal que el caso fue tratado con toda la atención debida por parte de la Iglesia y no ‘a la ligera’, como dice el artículo.

“4. No estamos de acuerdo con lo afirmado respecto a que "la decisión es ardua... para la propia ley moral". Nuestra Santa Iglesia mantiene la proclamación de la ley moral de un modo clarísimo: nunca es lícito eliminar la vida de un inocente para salvar otra vida. Los hechos objetivos son estos: hay médicos que declaran explícitamente que practican y continuarán practicando el aborto, en tanto otros, con la misma firmeza declaran que jamás practicarán el aborto. He aquí la declaración de un médico católico brasileño: ‘(...) Como médico obstetra durante 50 años, formado por la Facultad Nacional de Medicina de la Universidad del Brasil, y como ex jefe de Clínica Obstétrica del Hospital de Andaraí, donde serví 35 años hasta mi retiro para dedicarme al Diaconado, he tenido que realizar 4.524 (cuatro mil quinientos veinticuatro) partos, muchos a menores de edad, y nunca precisé de recurrir a un aborto para ‘salvar vidas’, así como todos mis colegas íntegros y honestos en su profesión y fieles a su juramento hipocrático’ (...).

“5. Es falsa la afirmación de que el hecho fue divulgado en los periódicos solamente porque el Arzobispo de Olinda y Recife se apresuró a declarar la excomunión. Basta ver que el caso se hizo público en Alagoinha el miércoles 25 de febrero y el Arzobispo se pronunció en la prensa el 3 de marzo y el aborto se concretó el 4 de marzo. Sería demasiado imaginar que la prensa brasileña, ante un acto de tal gravedad lo mantenga silenciado por un intervalo de seis días. Siendo así, la noticia de la niña ("Carmen") grávida ya había sido divulgada en los periódicos antes de la consumación del aborto. Solamente después de eso, interrogado por los periodistas, el 3 de marzo (martes), el Arzobispo mencionó el canon 1398. Estamos convencidos de que la divulgación de esta pena medicinal (la excomunión) hará bien a muchos católicos, induciéndolos a evitar este pecado gravísimo. El silencio de la Iglesia sería muy perjudicial, sobre todo al constatarse que en el mundo entero están ocurriendo cincuenta millones de abortos cada año y solo en Brasil un millón de vidas inocentes son segadas. El silencio puede ser interpretado como una connivencia o complicidad. Si algún médico tiene ‘conciencia perpleja’ antes de practicar un aborto (lo que parece extremadamente improbable) si él es católico y desea observar la ley de Dios debe consultar con un director espiritual.

“6. El artículo es, en otras palabras, una afrenta directa a la defensa de la vida de tres criaturas vehementemente realizada por Don José Cardoso Sobrinho y demuestra que, en lo que se refiere al autor, no tiene ni los fundamentos ni las informaciones necesarias para hablar sobre el asunto, por total desconocimiento de los detalles del hecho. El texto puede ser interpretado como una apología del aborto, en contradicción con el Magisterio de la Iglesia. Los médicos abortistas no estuvieron en la encrucijada moral que menciona el texto, por el contrario, ellos practicaron el aborto con plena conciencia y en coherencia con lo que creen y lo que enseñan. El hospital que realizó el aborto en la niña es uno de los dos que siempre realizan este procedimiento en nuestro Estado, bajo pretexto de ‘legalidad’. Los médicos que actuaron como verdugos de los gemelos declararon y continúan declarando a los medios nacionales que hicieron lo que ya están acostumbrados a hacer ‘con mucho orgullo’. Uno de ellos, inclusive, declaró que: ‘Ya fui, entonces, excomulgado varias veces’.

“7. El autor se arrogó el derecho de hablar sobre lo que no conocía, y lo que es peor, sin siquiera tomarse el trabajo de conversar previamente con su hermano en el episcopado y por esa actitud imprudente, está causando un verdadero estrago entre los fieles católicos del Brasil que terminan creyendo que Don José Cardoso Sobrinho se ha precipitado en sus pronunciamientos. Al revés, en lugar de consultar con su hermano en el episcopado, prefirió confiar en nuestra prensa declaradamente anticlerical”.

“Recife-PE, 16 de marzo de 2009.

“P. Edson Rodrigues (párroco de Alagoinha-PE - diócesis de Pesqueira); Mons. Edvaldo Bezerra da Silva (Vicario General - arquidiócesis de Olinda y Recife); P. Moisés Ferreira de Lima (Rector del Seminario Arquidiocesano); Dr. Márcio Miranda (Abogado de la Archidiocesis de Olinda y Recife).
  1. http://www.sectorcatolico.com/2009/03/brasil-las-declaraciones-de-fisichella.html
  2. http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=16030&format=html

Claretianos y socialistas

Desde la sección Splendor Veritatis de Germinans Germinabit:

Por Antoninus Pius
Quien los ha visto y quién los ve. Si el pobre San Antonio María Claret levantara la cabeza y viera en que se ha convertido la congregación que él fundó. Incluso en Vic le cambiaron su histórica urna mortuoria de plata por una de colorines en tonos latinoamericanos para expresar (según ellos) más sencillez y adaptarla a los nuevos tiempos.

Muchos de nuestros claretianos, especialmente los de nuestra tierra catalana, parece que hayan cambiado de fundador, como si hubieran sido fundados realmente por SAN PERE CASALDALIGA, otro obispo claretiano que se parece al fundador como un huevo a una castaña. Qué lejos quedan aquellos tiempos de claretianos ejemplares, fieles a la Santa Madre Iglesia, preocupados por la auténtica evangelización y que nos dieron tantos testimonios de martirio en la persecución religiosa provocada por los izquierdistas que ahora defienden a capa y espada.

La librería Claret (situada en la calle Roger de LLúria), se ha convertido en el centro emblemático de los claretianos de nuestra ciudad. Cuando algún teólogo o sacerdote es llamado al orden por su obispo, por la Congregación para la Doctrina de la Fe, o se ha enfrentado públicamente al Magisterio oficial de la Iglesia, sus libros aparecen promocionados en los escaparates principales, para que puedan ser vistos por todos los que pasan por la calle y entren raudos a comprarlos. Una promoción sin precedentes de la heterodoxia de la que se sienten totalmente orgullosos, sobre todo teniendo en cuenta que su nuevo fundador (Casaldáliga) tiene como amigos a los más emblemáticos representantes de la Teología de la Liberación y de las ideologías políticas más izquierdistas.

Pero parece que no tenían bastante con la librería Claret para promocionar esas ideas revolucionarias, política y religiosamente hablando, así que el actual provincial, el Rvdo. P. Màxim Muñoz (en la fotografía, con traje y corbata de El Corte Inglés) se le ocurrió crear la Fundación Claret, para organizar charlas, conferencias y simposios. Como ejemplo de este tipo de actos pondremos el del XI Simposio que se celebrará el próximo 28 de marzo bajo el lema: “la religión en las sociedades modernas. Laicidad y laicismo”.
Pues para hablarnos de ese laicismo violento contra la Iglesia que impulsa el socialismo (y adláteres) en Cataluña y en el resto de España, nada menos que nos traen a dos socialistas, para demostrarnos lo bueno que es ese laicismo que impulsan. Concretamente el Sr. Carlos García de Andoin, coordinador federal de Cristianos Socialistas y asesor de la vicepresidenta Fernández de la Vega. Andoin es un claro defensor del matrimonio homosexual y ha llegado a afirmar que el PSOE no es “un partido abortista” (lo de las menores que podrán abortar lo debemos haber soñado). El segundo ponente es Jordi López Camps, responsable de Cristianos Socialistas del PSC. Para rematar el ciclo también intervendrá el teólogo Marciano Vidal, que ha defendido públicamente postulados morales contrarios totalmente a la doctrina oficial de la Iglesia y que fue amonestado en su momento por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI). Por si no hubiera bastante con estos nombres para que veamos por dónde van los tiros, en la mesa redonda también estará nuestro amigo Oriol Domingo. Dios los cría…
  1. http://www.germinansgerminabit.org/

Misa Solemne Tradicional, Magníficat. -III parte-

jueves, 19 de marzo de 2009

El ocaso del darwinismo

Extraído del sitio chileno "Acción Familia":

La teoría de la evolución de Darwin, considerada hasta hace poco como un dogma, está desapareciendo, desacreditada por la misma ciencia que produjo ese fruto envenenado. Por el contrario, la visión cristiana de un diseño sobrenatural viene siendo cada vez más afirmada.

“La evolución es un dato probado más allá de cualquier duda razonable, habiendo dejado de ser una teoría, no merece tomarse el trabajo de discutirla“, declaró el portavoz del Festival de Ciencia, realizado en Génova en noviembre 2005, despreciando de ese modo un aspecto muy importante de la ciencia moderna, es decir, la necesidad de estar abierta a nuevas perspectivas.

En realidad, la verdad es casi lo opuesto. Los evolucionistas están tomando cada vez mayor distancia de la ciencia empírica refugiándose en un dogmatismo cercano al fanatismo ideológico.

“¿Qué resta, entonces, del evolucionismo que permanezca válido de acuerdo al método científico? Nada, realmente nada“. Esta es la conclusión del periodista Marco Respinti en su libro reciente “Proceso a Darwin” (Darwin on trial, Piemme, 2007). Él agrega: “ninguno de sus postulados puede ser verificado o certificado basado en el método propio de las ciencias físicas. Todos sus postulados escapan a la verificación. ¿Basado en qué, por lo tanto, fuera de fuertes prejuicios de naturaleza ideológica, puede alguien afirmar o continuar afirmar que le hipótesis evolucionista es verdadera?“.

Realmente, la consistencia de una teoría científica está basada en su capacidad de ser verificada empíricamente, a través de la observación del fenómeno en la naturaleza o reproduciéndolo en laboratorio. La hipótesis evolucionista fracasa en ambos campos. “Por lo tanto -afirma Respinti- el darwinismo no pasa de una simple hipótesis, desprovista de un fundamento empírico o demostrable, además de no haber sido probada. La hipótesis evolucionista es completamente infundada ya que no rige ni siquiera en el propio campo en el que lanza su desafío“.

El director de “Il Dominicale” llega a este “veredicto” después de un riguroso “juicio a Darwin”, en el cual pasa en revista los principales argumentos que desacreditan la teoría, partiendo del silencio sobre la existencia de fósiles, al conflicto del antagonismo del darwinismo con la ciencia genética a la inconsistencia de la “teoría sintética”, sostenida por el neo-darwinismo, sin contar con los numerosos fraudes con los que se han manchado destacados evolucionistas en la loca tentativa de fabricar las “pruebas” que la ciencia les rehusaba tenazmente.

Respinti concluye denunciando las deriva ideológica de la escuela evolucionista: “Afirmar categóricamente la absoluta validez de la teoría del evolucionismo de Darwin o la de los neo-darwinistas, basándose en el hecho que ponerla en discusión es ser anticientífico por definición, es la peor prueba que la razón humana pudo dar de sí misma“.

Un largo ocaso.
El ocaso de le hipótesis darwinista se ha acentuado en los últimos dos decenios. Basta recordar, por ejemplo, el trabajo realizado por el “Grupo de Osaka para el Estudio de las Estructuras Dinámicas”, fundado en 1987, a partir de un simposio internacional interdisciplinario, convocado para “presentar y discutir algunas opiniones contrarias al dominante paradigma neo-darwinista“. Participaron científicos provenientes de todas partes del mundo, incluyendo al famoso genetista Giuseppe Sermonti, entonces profesor en la Universidad de Perugia, Italia.

En 1980, junto con el entonces joven paleontólogo Roberto Fondi, hoy profesor en la Universidad de Siena, escribieron Después de Darwin - critica al evolucionismo. (Rusconi). “La biología, explica Sermonti, no tiene ninguna prueba del origen espontáneo de la vida; más bien, la biología ha probado su imposibilidad. No existe una gradación de la vida de lo elemental a lo complejo. De la bacteria a la mariposa y al hombre, la complejidad bioquímica es sustancialmente la misma“.

Por su parte, Fondi muestra que desde la primera aparición de fósiles hasta hoy, la diversidad y la riqueza de las formas vivientes no ha aumentado. Nuevos grupos han sustituido los más antiguos, pero aquellas formas intermedias que los evolucionistas han buscado desesperadamente no existen. “La teoría de la evolución -concluye Sermonti y Fondi- ha sido objetada como pocas teorías científicas en el pasado“.

En “Las Formas de la Vida” (Armando, 1981), Sermont ha puesto posteriormente al desnudo otros obstáculos a la teoría de Darwin. Según el famoso genetista, el origen accidental de la vida como la transformación gradual de las especies por “mutación-selección” no son más sostenibles, porque la vida más elemental es increíblemente compleja, y porque está probado actualmente que la sucesión de los grupos vivientes ocurre “por saltos” y no “gradualmente”.

Recogiendo la experiencia de 40 años, en 1999 escribió “Dimenticare Darwin - Ombre sul l’evoluzione (Rusconi). Con una argumentación escrupulosa, el autor demuele los tres pilares del darwinismo: la selección natural, la mezcla sexual y la “mutación” genética. Para él, la historia recordará la teoría de la evolución como el Gran Cuento.

No sólo creacionistas.
Sermonti ha sido más de una vez acusado de ser “creacionista”, o aún un “fundamentalista religioso”, a pesar de que él ha declarado que su visión científica no se sitúa en una perspectiva cristiana. Este es otro aspecto a destacar en la polémica contra el darwinismo, objetado simultáneamente de muchos partes, y no sólo por los cristianos.

En ese sentido es interesante destacar la reciente iniciativa editorial de Il Cerchio, ¿Seppelire Darwin? Dalla critica del darwinismo agli albori d’una scienza nuova” (¿Enterrar a Darwin? De la critica al darwinismo a los albores de una ciencia nueva), que recoge ensayos de siete especialistas, entre los cuales Sermonti, Fondi y Giovanni Monastra, director del Instituto Nacional de Investigación Científica sobre los alimentos y la nutrición. El título se refiere a la famosa frase del docente de matemáticas aplicadas del University College de Cardiff, profesor Chandra Wickramasinghe: “La probabilidad de la formación de la vida a partir de la materia inanimada es alrededor de 1 sido de 40.000 ceros… Es suficientemente grande para sepultar a Darwin y toda la teoría del evolución“.

“Por primera vez en Italia, la critica al darwinismo es presentada en toda su complejidad gracias a la contribución interdisciplinario de estudiosos de diversas orientaciones - leemos en la Presentación del libro- más allá de la polémica entre fundamentalista es neo-darwinistas e integristas religiosos, el ensayo de muestra como la crítica al ahora viejo paradigma neo-darwinista abre las puertas a una ciencia nueva“.

Crisis del paradigma positivista.
Francis Crick, quien descubrió junto con Watson la estructura del DNA, declara abiertamente: “un hombre honesto, armado sólo con el conocimiento de que disponemos, puede afirmar sólo que, en cierto sentido, el origen de la vida aparece hoy más como un milagro“.

En el mismo largo de onda Harold Hurey, discípulo de aquel Stanley Miller que pasó la historia por una tentativa fallida de recrear la vida en un laboratorio a partir de la así llamada “sopa primordial”: “Todos los que hemos estudiado el origen de la vida percibimos que a medida que nos adentramos en ella, se siente que es demasiado compleja para haber evolucionado de un modo cualquiera“.

En realidad, se necesitan mucha fe para creer en el evolucionismo… y esta fe, de cuño claramente positivista, que ahora comienza a debilitarse.

En Darwinismo: le ragioni di una crisi, Gianluca Marletta pone el dedo en la llaga, señalando que “la crisis del darwinismo es sobre todo la crisis del paradigma filosófico que le permitió su éxito“. “No se puede comprender el origen de esta doctrina -explica el autor romano- sin destacar el clima cultural de “positivismo triunfante” existente en el paso del siglo XIX al XX“.

Según Marletta, el darwinismo constituye una maravillosa ocasión para afianzar la visión positivista del mundo que se afirmaba en la época. El darwinismo representó el instrumento perfecto para trasplantar, en el campo biológico, los paradigmas mecanicistas y materialistas ya impuestos a las ciencias sociales. He aquí el verdadero motivo del éxito de esta teoría. Un motivo que comienza a colapsar por la crisis del paradigma positivista.

Ésto explica la tenacidad casi fanática con la cual los evolucionistas están defendiendo las propias convicciones. “Muchos temen -concluye Marletta- que la caída del darwinismo pueda arrastrar toda la visión positivista del mundo“.

El regreso de Dios.
El derrumbe del positivismo está trayendo de vuelta problemas que alguna gente pensaba haber podido eliminar definitivamente. Traumatizados por la caída de las viejas certezas, preocupados por el caos que cada vez más parece caracterizar esta postmodernidad, muchas personas están volviendo a ponerse las cuestiones fundamentales: ¿Mi vida tiene un sentido trascendental? ¿Existe un proyecto inteligente en la naturaleza? En suma, ¿existe Dios?

La socióloga Rosa Alberoni ha tratado de esto en un libro óptimo Il Dio de Michelangelo y la barba de Darwin, publicado en noviembre pasado por Rizzoli, con un Prefacio del Cardenal Renato Martino, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

El asalto de los “adoradores de Darwin“, explica Alberoni, es promovido por los “habituales ateos destructores, que tienen un fin obsesivo: eliminar a Cristo, destruir las civilización hebreo-cristiana, después de haberle chupado su sangre y esencia“.

Esta agresión, sin embargo, en el clima profundamente cambiado de la postmodernidad, tiene el riesgo de ser contraproducente: “El mito imponente del mono fue realmente lo único que impresionó a la gente común. Como ocurre con los soldados cuando son despertados en medio de la noche por una alarma, los cristianos creyentes y los hebreos ortodoxos se preparan para la defensa. O mejor, para la guerra, porque de guerra se trata ahora. (…) a nivel simbólico, el pomo de la discordia es el ancestro del hombre: ¿Dios o el mono? ¿Creer en Dios o en Darwin? Este es el problema sustancial del conflicto de nuestra sociedad“.

En otras palabras, una verdadera guerra de religión en los albores del tercer milenio. Es lo que los laicistas habrían querido evitar a todo costo…

Julio Loredo
  1. http://www.accionfamilia.org/tendencias/el-ocaso-del-darwinismo/

Misa Solemne Tradicional, Magníficat. -II parte-

El tiempo de Cuaresma III

3. Aspecto exterior del Templo. -
La ley de la abstinencia cuaresmal diríase que hasta a los templos materiales alcanza, pues a ellos también les impone la ley litúrgica sus privaciones, con las que se fomenta la compunción y el recogimiento.

Los templos, en efecto, vénse privados durante los Oficios cuaresmales del alegre aleluya, del himno angélico Gloria in excelsis, de la festiva despedida Ite missa est, de los acordes del órgano, de los floreros, iluminaciones y demás elementos de adorno, y del uso; fuera de las festividades de los Santos, de otros ornamentos que los morados, de cuyo color se cubren también, desde el Domingo de Pasión, los crucifijos y las imágenes. Tal es el aspecto severo del templo, o como si dijéramos, el continente exterior de la liturgia en tiempo de Cuaresma, el que acentúan todavía más los cantos graves y melancó1icos del repertorio gregoriano y el frecuente arrodillarse para los rezos corales.

4. El alma de la liturgia cuaresmal. -
Si, empero, sondeamos el alma de la Liturgia cuaresmal a la luz de los Evangelios, de sus Epístolas, Oraciones, Antífonas y demás textos de su rica literatura, la vemos embargada de los más variados sentimientos de arrepentimiento, de confianza, de ternura, de compasión, de pena, de temor.

El Breviario de Cuaresma, con sus homilías y sermones, con sus himnos, sus capítulos y sus responsorios, a cual más expresivos y piadosos, pone en juego los más delicados recursos de nuestra madre la Iglesia, para conmover los corazones de sus hijos; pero con eso y todo todavía le supera el Misal. Aquí encontramos cuadros indescriptibles: conversiones y absoluciones de pecadores, como la Samaritana, la Magdalena, la adúltera, el Hijo Pródigo, los Ninivitas; multitud de curaciones y milagros del Sa1vador; rasgos generosos de desprendimiento, como el de la viuda de Sarepta; difuntos resucitados y madres y hermanos consolados; a José, víctima de la envidia de sus hermarmanos, y a Jesús, vendido por uno de sus íntimos; amenazas y voces de trueno y vaticinios terroríficos de los antiguos Profetas, para los pecadores obstinados, y, en cambio, palabras dulces y persuasivas del Divino Maestro, llamándolos a penitencia; ríos de lágrimas que cuestan a la Iglesia los cristianos impenitentes, y gozos inenarrables que suscita en el cielo su conversión; quejas de los sacerdotes en vista de la indiferencia de muchos, y tiernos clamores del pueblo fiel pidiendo al Señor perdón y misericordia.

Si penetramos todavía más hondamente en el corazón de la Liturgia cuaresmal, descubrimos además tres grandes preocupaciones que embargan a la Iglesia:

la trama y desarrollo de la Pasión del Señor,
la preparación de los Catecúmenos,
y la Reconciliación de los penitentes públicos.

No hay día ni casi Oficio en que no se manifieste de algún modo esta triple preocupación, y es menester estar de ello advertidos, para interpretar ciertos pasajes y aun ciertos ritos especiales que, aunque muy hermosos, parecerían, sin eso, intempestivos.
  1. http://ar.geocities.com/misa_tridentina/t_cuaresma/cuaresma.html
  2. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-i.html
  3. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-ii.html

miércoles, 18 de marzo de 2009

El Tiempo de Cuaresma II

2. Prácticas cuaresmales.-
Lo que Moisés, Elías y Jesucristo practicaron con más rigor en sus respectivas cuaresmas, fue el ayuno y la oración, los que, por lo mismo, sirvieron de base para la Cuaresma cristiana, a la cual agregó la Iglesia la práctica de la limosna y obras de caridad.

La ley del ayuno la observaban los antiguos con sumo rigor. No contentos con cercenar la cantidad del alimento, privábanse totalmente de carnes, huevos, lacticinios, pescado, vino y todo aquello que el uso común considerábalo como un regalo. Hacían sólo una comida diaria, después de la Misa "estacional" y Vísperas, que terminaban al declinar la tarde; y esa única comida solamente consistía en pan, legumbres y agua, y, a veces, una cucharada de miel. Con la particularidad que ninguno se eximía del ayuno, ni aún los jornaleros, ni los ancianos, ni los mismos niños de más de doce años de edad; tan sólo para los enfermos hacíase una excepción, que habían de refrendar el médico y el sacerdote. A estas penitencias añadían otras privaciones, tales como la continencia conyugal, la supresión de las bodas y festines, del ejercicio judicial, de los juegos, recreos públicos, caza, deportes, etc. De este modo se santificaba la Cuaresma no ya solamente en el templo como ahora, sino también en los hogares, y hasta en los tribunales, en los casinos, en los hoteles, en los teatros y en los circos. Es decir, que el espíritu de Cuaresma informaba la vida de toda la sociedad cristiana.

Actualmente la observancia íntegra del ayuno y abstinencia cuaresmal ha quedado confinada a algunas órdenes religiosas, ya que el Derecho común tan sólo manda ayunar con abstinencia el Miércoles de Ceniza y de Témporas y los Viernes y Sábados de Cuaresma, y sin abstinencia, todos los demás días(1).

De hecho, estos mismos ayunos cuaresmales están reducidos en muchos países casi a la nada, merced a los Indultos, Bulas y Privilegios particulares; habiendo llegado a tanto la condescendencia de la Iglesia, en cuanto al modo de observarlos, que en ellos ha permitido leche, huevos, pescado, vino y otros géneros de regalos, además de autorizar una comida fuerte, un desayuno, aunque leve, y una ligera colación.

La oración cuaresmal por excelencia era la Santa Misa, precedida de la procesión estacional.

La limosna practicábase en la iglesia con ocasión de la "colecta" de la Misa y otras particulares que se hacían en favor del clero, viudas, huérfanos y menesterosos, con quienes también ejercitaban a porfía otras obras de caridad.

NOTAS:
(1) "Código de Der. Can..", can. 1252, 2 Y 3.
  1. http://ar.geocities.com/misa_tridentina/t_cuaresma/cuaresma.html
  2. http://catolicosapostolicosyromanos.blogspot.com/2009/03/el-tiempo-de-cuaresma-i.html

lunes, 16 de marzo de 2009

Salir al encuentro del hermano que tiene quejas contra ti: Carta a los obispos perplejos.


Desde "Panoráma Católico Internacional", reproducimos la opinión de su editor, don Marcelo González, comentando la carta de S.S. Benedicto XVI en que explica a los obispos del mundo su decisión de levantar las excomuniones de los 4 obispos consagrados por Mons. Marcel Lefevbre.

¿Era y es realmente una equivocación, también en este caso, salir al encuentro del hermano que "tiene quejas contra ti" (cf. Mt 5,23s) y buscar la reconciliación?
(Benedicto XVI, Carta sobre la Remisión de la Excomunión a los Obispos de la FSSPX)

La carta de Benedicto XVI a los obispos sobre la remisión de la excomunión a los obispos de la FSSPX es un interesantísimo documento que conviene analizar con cierta fineza, a riesgo de caer en una aceptación o un rechazo meramente emocional, tanto de parte de los sectores progresistas (quienes han manifestado ya abiertamente su prescindencia del instituto Petrino, como de parte de los defensores de la Tradición, quienes no suelen ver los progresos graduales ciertamente obsesionados por el reclamo de una definición al estilo Syllabus. Esta definición, por deseable que sea, no parece viable bajo las actuales circunstancias eclesiásticas y por la forma mentis del Santo Padre, un hombre que en muchos aspectos sostiene opiniones divergentes de la concepción tradicional.

El primer punto de análisis, sin duda, es el hecho mismo de la carta. Se puede justificar fácilmente por la envergadura del escándalo mediático vivido en las últimas semanas. Pero no es tan simple la cosa. En otro tiempo, no habría habido remisión de las excomuniones, y en caso de habérlasela intentado, se habría dado marcha atrás. Es fundamental estar ciertos de este punto: fue un acto bien pensado y deliberado del papa y su entorno de confianza. Lo sostuvo contra todo, a pesar de la concurrencia del escándalo suscitado por las declaraciones de Mons. Williamson, hecho no deseado por nadie -tampoco por Mons. Williamson- salvo por los enemigos de la Iglesia.
Escribe Marcelo González

Ahora el Papa justifica su decisión. Los papas habitualmente no dan explicaciones sobre sus decisiones de gobierno, inclusive sobre las erróneas. Pero la mentalidad democratista de las últimas décadas ha hecho transitar caminos impensados. Más allá de esto, el papa ha puesto a la FSSPX como protagonista absoluta de los hechos, reconociéndole una importancia como a pocas congregaciones católicas se le ha reconocido en mucho tiempo.

Naturalmente, no es una carta apologética. ¿Cabría esperar esto? Pero no es una carta condenatoria, sino más bien diríamos paternal y "en defensa", más allá de las necesidades y convicciones del Santo Padre sobre puntos prudenciales que trataremos de analizar a continuación.

¿Aceptación acrítica del Concilio?
"A la luz de esta situación, tengo la intención de asociar próximamente la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", institución competente desde 1988 para esas comunidades y personas que, proviniendo de la Fraternidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa, con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con esto se aclara que los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas. (...) No se puede congelar la autoridad magisterial de la Iglesia al año 1962, lo cual debe quedar bien claro a la Fraternidad. Pero a algunos de los que se muestran como grandes defensores del Concilio se les debe recordar también que el Vaticano II lleva consigo toda la historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive".

Recordemos la jerarquía de este documento: es una carta apostólica. El estilo es el característico del magisterio conciliar y posconciliar: más sugerente que definitorio. El hecho mismo del uso de la primera persona singular (yo) parece indicar el deseo de poner estas consideraciones en el plano de una opinión calificada, y no bajo la protección de la infalibilidad magisterial, que requiere otras formalidades. En este contexto, veamos un punto esencial: se reconoce que el problema es doctrinal y no disciplinario. Con lo cual cae la teoría del acuerdo práctico como solución. Esta ha sido siempre la posición de la FSSPX. En el documento del 21 de enero el Papa preveía incluir una regularización canónica. Para lo cual ofreció a la FSSPX diversas alternativas, llegando a último momento, el viernes 23 por la noche, a pedir un compromiso mínimo. La FSSPX no aceptó. Según sus autoridades, este compromiso prácticamente sin exigencias hubiera impuesto una dinámica más orientada a los acuerdos que a las definiciones doctrinales.

Así, canónicamente, la FSSPX y la Santa Sede quedan en la paradójica situación de que sus obispos están libres de toda pena canónica (remitida la excomunión cae la suspensión) pero sus sacerdotes siguen suspendidos... por seguir a sus superiores no suspendidos... Volveremos sobre el tema al hablar de la ilicitud del ejercicio del ministerio.

Cerrando este punto: el papa mismo lleva las cosas al terreno doctrinal, exigiendo a la FSSPX reconozca que no hay un "congelamiento del Magisterio" (cosa que no tiene objeción en ser reconocida, con matices sobre algunos puntos del Concilio y de la praxis posconciliar que son los que se propone discutir). En cambio se exige a los progresistas que acepten que el Concilio no puede entenderse excluyendo la historia doctrinal de la Iglesia. Esto último es inaceptable para muchos. ¿Quién queda en la situación más incómoda?

Los progresistas en estado de cisma tácito.
Otra parte notable de la carta es el señalamiento del cisma tácito (por momentos expreso) que plantean los episcopados más progresistas, y que quedó en evidencia patentemente por medio de las declaraciones contrarias al papa en oportunidad de la remisión de las penas de excomunión. Afirma el papa:"Se desencadenó así una avalancha de protestas, cuya amargura mostraba heridas que se remontaban más allá de este momento". Nótese: cuya amargura mostraba heridas que se remontaban más allá del momento... más claro imposible.

Y más adelante: "Me ha entristecido el hecho de que también los católicos, que en el fondo hubieran podido saber mejor cómo están las cosas, hayan pensado deberme herir con una hostilidad dispuesta al ataque". No se refiere a los lefebvristas, como es evidente.

Negación del ejercicio lícito del ministerio
"El hecho de que la Fraternidad San Pío X no posea una posición canónica en la Iglesia, no se basa al fin y al cabo en razones disciplinares sino doctrinales. Hasta que la Fraternidad no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia. Por tanto, es preciso distinguir entre el plano disciplinar, que concierne a las personas en cuanto tales, y el plano doctrinal, en el que entran en juego el ministerio y la institución. Para precisarlo una vez más: hasta que las cuestiones relativas a la doctrina no se aclaren, la Fraternidad no tiene ningún estado canónico en la Iglesia, y sus ministros, no obstante hayan sido liberados de la sanción eclesiástica, no ejercen legítimamente ministerio alguno en la Iglesia".

Ahora bien, si sus ministros han sido liberados de la sanción eclesiástica ¿qué dificultades se oponen al ejercicio lícito del ministerio? La respuesta es paradójica. Podemos adivinar el pensamiento del papa: He remitido las penas, pero esta gente no quiere que se los legalice sin antes poner en claro ciertos puntos del Concilio, etc. Les ofrezco todo por nada y lo rechazan... Ahora tienen a su jerarquía libre de toda pena y a sus subordinados bajo suspensión a divinis... contra toda lógica disciplinaria. Es evidente que no negocian para obtener ventajas, quieren ir al terreno doctrinal. Al menos así pensaría yo en lugar del papa.

Al contrario de los institutos tradicionales que llegaron a acuerdos canónicos con la Santa Sede, la FSSPX quiere una aclaración doctrinal. En eso no transige, ni aún cuando haya quedado bajo las iras de las potestades civiles amenazando sus obras apostólicas, lo cual se sanaría fácilmente con el reconocimiento de la Iglesia. Reconocimiento que ya está redactado en varias versiones, una más benigna que la otra. Evidentemente la FSSPX plantea su lucha en el plano doctrinal y solo doctrinal.

En esta perspectiva, se hace muy difícil establecer la ilicitud del ejercicio del ministerio apostólico, porque es evidente que subsiste un estado de necesidad. ¿Qué hace la FSSPX con sus miles de sacerdotes, religiosos, y fieles, con los miembros de institutos asociados mientras se procede a la discusión doctrinal? ¿Dejarlos en el desamparo espiritual? Nada sería más contrario a la ley suprema de la Iglesia: la salvación de las almas, que es la que inspira toda disposición canónica lícita. Esto el papa lo sabe, porque es esencial a su oficio de Pastor Universal.

La cuestión es doctrinal, por lo tanto se toman medidas
A lo dicho se puede sumar la decisión del papa de incorporar Ecclesia Dei bajo la órbita de Doctrina de la Fe. No sabemos exactamente como, aunque lo lógico sería que Ecclesia Dei pasara a formar parte de la Congregación del Clero o de los Obispos. Así lo anuncia el papa:

"A la luz de esta situación, tengo la intención de asociar próximamente la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", institución competente desde 1988 para esas comunidades y personas que, proviniendo de la Fraternidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa, con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con esto se aclara que los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas".

Doble lectura: les impondremos el Concilio. Segunda, discutiremos sus objeciones sobre el Concilio. En la más alta instancia: Doctrina de la Fe, cuyo titular nato es el propio Sumo Pontífice. Los hechos dirán...

Afirmación de que el concilio tiene toda la historia de la Iglesia en sí.
"Pero a algunos de los que se muestran como grandes defensores del Concilio se les debe recordar también que el Vaticano II lleva consigo toda la historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive".

Este enunciado es un eco de la "hermenéutica de la continuidad". El papa hoy (tal vez no Ratzinger hace algunos años) no concibe que el Concilio Vaticano II pueda contradecir la historia doctrinal de la Iglesia, la fe profesada en el curso de los siglos. Esto puede tener una resolución no satisfactoria si se siguen los criterios neomodernistas que ignoran el principio de no contradicción. Pero es evidente que plantea un desafío muy claro a las desviaciones del llamado "espíritu del Concilio" y a la letra de varios de los documentos conciliares. El mayor problema del CVII es su ambigüedad. Definidos los puntos imposibles de leer de un modo tradicional, el resto es tan farragoso como desconocido. Además de que en la práctica ha caído en desuetudo. Todos lo citan, nadie lo lee, nadie lo aplica. Lo importante es la praxis de aquí en más, sobre la base clara de este saneamiento doctrinal absolutamente necesario.

Paraguas protector a la FSSPX
"Que el humilde gesto de una mano tendida haya dado lugar a un revuelo tan grande, convirtiéndose precisamente así en lo contrario de una reconciliación, es un hecho del que debemos tomar nota. Pero ahora me pregunto: ¿Era y es realmente una equivocación, también en este caso, salir al encuentro del hermano que "tiene quejas contra ti" (cf. Mt 5,23s) y buscar la reconciliación? ¿Acaso la sociedad civil no debe intentar también prevenir las radicalizaciones y reintegrar a sus eventuales partidarios –en la medida de lo posible- en las grandes fuerzas que plasman la vida social, para evitar su segregación con todas sus consecuencias?"

El hermano que tiene quejas contra ti... La frase es fuerte. Hay una admisión implícita de la legitimidad de esas quejas. Y también esta otra que aparece más adelante:

"A veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad tenga necesidad de un grupo al menos con el cual no tener tolerancia alguna; contra el cual pueda tranquilamente arremeter con odio. Y si alguno intenta acercársele –en este caso el Papa- también él pierde el derecho a la tolerancia y puede también ser tratado con odio, sin temor ni reservas".

¿No es esto un paraguas protector del Santo Padre a la FSSPX?

Reconocimiento del valor de la FSSPX
"¿Puede dejarnos totalmente indiferentes una comunidad en la cual hay 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 6 seminarios, 88 escuelas, 2 institutos universitarios, 117 hermanos, 164 hermanas y millares de fieles? ¿Debemos realmente dejarlos tranquilamente ir a la deriva lejos de la Iglesia? Pienso por ejemplo en los 491 sacerdotes. No podemos conocer la trama de sus motivaciones. Sin embargo, creo que no se hubieran decidido por el sacerdocio si, junto a varios elementos distorsionados y enfermos, no existiera el amor por Cristo y la voluntad de anunciarlo y, con Él, al Dios vivo. ¿Podemos simplemente excluirlos, como representantes de un grupo marginal radical, de la búsqueda de la reconciliación y de la unidad? ¿Qué será de ellos luego?"

Además de una solicitud paternal desconocida hasta ahora en la relación FSSPX - Santa Sede, el papa pone en evidencia el valor de esos sacerdotes que han dado el paso de aceptar sanciones canónicas y una exclusión, una suerte de "muerte eclesiástica" como miembros de la Iglesia en razón de sus convicciones. Puede haber elementos distorsionados o enfermos, de hecho los hay en algunos pocos. Pero el resto es válido y valioso.

Críticas al tono de algunos miembros de la FSSPX y a los progres.
El Papa se queja de haber sido maltratado algunos miembros de la FSSPX. Pero agradece también testimonios de gratitud.

"Ciertamente, desde hace mucho tiempo y después una y otra vez, en esta ocasión concreta hemos escuchado de representantes de esa comunidad muchas cosas fuera de tono: soberbia y presunción, obcecaciones sobre unilateralismos, etc. Por amor a la verdad, debo añadir que he recibido también una serie de impresionantes testimonios de gratitud, en los cuales se percibía una apertura de los corazones. ¿Acaso no debe la gran Iglesia permitirse ser también generosa, siendo consciente de la envergadura que posee; en la certeza de la promesa que le ha sido confiada? ¿No debemos como buenos educadores ser capaces también de dejar de fijarnos en diversas cosas no buenas y apresurarnos a salir fuera de las estrecheces?

Pero no todo viene por el lado de los tradicionalistas:
¿Y acaso no debemos admitir que también en el ámbito eclesial se ha dado alguna salida de tono?
Más que alguna, por cierto. La mesura es el tono del lenguaje romano.

Concluyendo: si se lee esta carta con buen espíritu, no se puede menos que concluir que el papa actúa con recta intención, según su leal saber y comprometiendo su autoridad y su prestigio en bien de la FSSPX. Ahora bien, algunos pueden disentir sobre cuál sea el "bien" práctico. En este terreno corremos el riesgo de quedar eternamente empantanados. Oración, sacrificios y confianza en las autoridades es el único camino. Lo demás es vía muerta...

  1. http://panodigital.com/salir-al-encuentro-del-hermano-que-tiene-quejas-contra-ti-carta-a-los-obispos-perplejos

El tiempo de Cuaresma I

Comenzamos una nueva entrega, esta vez: "El tiempo de Cuaresma" del Rev. P. Andrés Azcárate o.s.b. de su libro "la flor de la liturgia" obtenido del sitio "Misa Tridentina" que mas abajo linkeamos:

1. Origen y vicisitudes de la Cuaresma. -
La Cuaresma es hoy un período litúrgico de cuarenta días, destinados a preparar la digna celebración de la Pasión, Muerte y Resurrecci6n de Nuestro Señor Jesucristo. Por lo mismo, es un tiempo de mayor penitencia y recogimiento, y en que con más ahínco ha de procurarse la compunción del corazón.

Por más que los liturgistas no están aún acordes acerca de la fecha precisa en que se estableció en la Iglesia la Cuaresma, si viviendo todavía los Apóstoles o bastante después, todos sabemos que hay una Cuaresma de origen bíblico; pues en la Biblia constan expresamente las de Moisés, Elías y Jesucristo. ¿La practicarían como observancia eclesiástica los Apóstoles y los primitivos cristianos? San Jerónimo, San León Magno y otros Santos Padres pretenden que sí, y su opinión por cierto es muy probable, aunque no se apoya en ningún documento escrito. Verdad es que San Ireneo, en el siglo II, y la "Didascalia", en el III, hablan de ayunos preparatorios para la Cuaresma pero los ayunos de aquél son nada más que de contados días, y los de ésta de sola la Semana Santa.

El primer documento conocido que menciona la Cuaresma propiamente dicha, es el canon 5 del Concilio ecuménico de Nicea, celebrado en 325. A partir de esta fecha, abundan los testimonios en los escritos y concilios de Oriente, y desde el año 340, también en Occidente.

Pero lo que, ni en Oriente ni en Occidente se descubre claramente en aquellos primeros siglos es el comienzo y término de la Cuaresma. Combinándola de muy distinta manera las diversas iglesias, incluyendo unas, en ella, la Semana Santa, y otras excluyéndola. En una cosa empero, convenían todas: en el número de ayunos, que solía ser, para los fieles, de treinta y seis días. En el siglo V se unificó por fin, la duración; y en el VII, un Papa posterior a San Gregorio Magno, completó los cuatro días de ayuno que faltaban a la Cuaresma, prescribiéndolo como obligatorio desde el Miércoles de Ceniza, que por eso se llamó caput jejunii o "principio del ayuno".
  1. http://ar.geocities.com/misa_tridentina/t_cuaresma/cuaresma.html

sábado, 14 de marzo de 2009

Carta de S.S. Benedicto XVI a los Obispos sobre la remisión de la excomunión de los cuatro obispos consagrados por Mons. Lefevbre

Queridos Hermanos en el ministerio episcopal:

La remisión de la excomunión a los cuatro Obispos consagrados en el año 1988 por el Arzobispo Lefebvre sin mandato de la Santa Sede, ha suscitado por múltiples razones dentro y fuera de la Iglesia católica una discusión de una vehemencia como no se había visto desde hace mucho tiempo. Muchos Obispos se han sentido perplejos ante un acontecimiento sucedido inesperadamente y difícil de encuadrar positivamente en las cuestiones y tareas de la Iglesia de hoy. A pesar de que muchos Obispos y fieles estaban dispuestos en principio a considerar favorablemente la disposición del Papa a la reconciliación, a ello se contraponía sin embargo la cuestión sobre la conveniencia de dicho gesto ante las verdaderas urgencias de una vida de fe en nuestro tiempo. Algunos grupos, en cambio, acusaban abiertamente al Papa de querer volver atrás, hasta antes del Concilio. Se desencadenó así una avalancha de protestas, cuya amargura mostraba heridas que se remontaban más allá de este momento. Por eso, me siento impulsado a dirigiros a vosotros, queridos Hermanos, una palabra clarificadora, que debe ayudar a comprender las intenciones que me han guiado en esta iniciativa, a mí y a los organismos competentes de la Santa Sede. Espero contribuir de este modo a la paz en la Iglesia.

Una contrariedad para mí imprevisible fue el hecho de que el caso Williamson se sobrepusiera a la remisión de la excomunión. El gesto discreto de misericordia hacia los cuatro Obispos, ordenados válidamente pero no legítimamente, apareció de manera inesperada como algo totalmente diverso: como la negación de la reconciliación entre cristianos y judíos y, por tanto, como la revocación de lo que en esta materia el Concilio había aclarado para el camino de la Iglesia. Una invitación a la reconciliación con un grupo eclesial implicado en un proceso de separación, se transformó así en su contrario: un aparente volver atrás respecto a todos los pasos de reconciliación entre los cristianos y judíos que se han dado a partir del Concilio, pasos compartidos y promovidos desde el inicio como un objetivo de mi trabajo personal teológico. Que esta superposición de dos procesos contrapuestos haya sucedido y, durante un tiempo haya enturbiado la paz entre cristianos y judíos, así como también la paz dentro de la Iglesia, es algo que sólo puedo lamentar profundamente. Me han dicho que seguir con atención las noticias accesibles por Internet habría dado la posibilidad de conocer tempestivamente el problema. De ello saco la lección de que, en el futuro, en la Santa Sede deberemos prestar más atención a esta fuente de noticias. Me ha entristecido el hecho de que también los católicos, que en el fondo hubieran podido saber mejor cómo están las cosas, hayan pensado deberme herir con una hostilidad dispuesta al ataque. Justamente por esto doy gracias a los amigos judíos que han ayudado a deshacer rápidamente el malentendido y a restablecer la atmósfera de amistad y confianza que, como en el tiempo del Papa Juan Pablo II, también ha habido durante todo el período de mi Pontificado y, gracias a Dios, sigue habiendo.

Otro desacierto, del cual me lamento sinceramente, consiste en el hecho de que el alcance y los límites de la iniciativa del 21 de enero de 2009 no se hayan ilustrado de modo suficientemente claro en el momento de su publicación. La excomunión afecta a las personas, no a las instituciones. Una ordenación episcopal sin el mandato pontificio significa el peligro de un cisma, porque cuestiona la unidad del colegio episcopal con el Papa. Por esto, la Iglesia debe reaccionar con la sanción más dura, la excomunión, con el fin de llamar a las personas sancionadas de este modo al arrepentimiento y a la vuelta a la unidad. Por desgracia, veinte años después de la ordenación, este objetivo no se ha alcanzado todavía. La remisión de la excomunión tiende al mismo fin al que sirve la sanción: invitar una vez más a los cuatro Obispos al retorno. Este gesto era posible después de que los interesados reconocieran en línea de principio al Papa y su potestad de Pastor, a pesar de las reservas sobre la obediencia a su autoridad doctrinal y a la del Concilio.

Con esto vuelvo a la distinción entre persona e institución. La remisión de la excomunión ha sido un procedimiento en el ámbito de la disciplina eclesiástica: las personas venían liberadas del peso de conciencia provocado por la sanción eclesiástica más grave. Hay que distinguir este ámbito disciplinar del ámbito doctrinal. El hecho de que la Fraternidad San Pío X no posea una posición canónica en la Iglesia, no se basa al fin y al cabo en razones disciplinares sino doctrinales. Hasta que la Fraternidad no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia. Por tanto, es preciso distinguir entre el plano disciplinar, que concierne a las personas en cuanto tales, y el plano doctrinal, en el que entran en juego el ministerio y la institución. Para precisarlo una vez más: hasta que las cuestiones relativas a la doctrina no se aclaren, la Fraternidad no tiene ningún estado canónico en la Iglesia, y sus ministros, no obstante hayan sido liberados de la sanción eclesiástica, no ejercen legítimamente ministerio alguno en la Iglesia.

A la luz de esta situación, tengo la intención de asociar próximamente la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", institución competente desde 1988 para esas comunidades y personas que, proviniendo de la Fraternidad San Pío X o de agrupaciones similares, quieren regresar a la plena comunión con el Papa, con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con esto se aclara que los problemas que deben ser tratados ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal, y se refieren sobre todo a la aceptación del Concilio Vaticano II y del magisterio postconciliar de los Papas. Los organismos colegiales con los cuales la Congregación estudia las cuestiones que se presentan (especialmente la habitual reunión de los Cardenales el miércoles y la Plenaria anual o bienal) garantizan la implicación de los Prefectos de varias Congregaciones romanas y de los representantes del Episcopado mundial en las decisiones que se hayan de tomar. No se puede congelar la autoridad magisterial de la Iglesia al año 1962, lo cual debe quedar bien claro a la Fraternidad. Pero a algunos de los que se muestran como grandes defensores del Concilio se les debe recordar también que el Vaticano II lleva consigo toda la historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que el árbol vive.

Espero, queridos Hermanos, que con esto quede claro el significado positivo, como también sus límites, de la iniciativa del 21 de enero de 2009. Sin embargo, queda ahora la cuestión: ¿Era necesaria tal iniciativa? ¿Constituía realmente una prioridad? ¿No hay cosas mucho más importantes? Ciertamente hay cosas más importantes y urgentes. Creo haber señalado las prioridades de mi Pontificado en los discursos que pronuncié en sus comienzos. Lo que dije entonces sigue siendo de manera inalterable mi línea directiva. La primera prioridad para el Sucesor de Pedro fue fijada por el Señor en el Cenáculo de manera inequívoca: "Tú… confirma a tus hermanos" (Lc 22,32). El mismo Pedro formuló de modo nuevo esta prioridad en su primera Carta: "Estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere" (1 Pe 3,15). En nuestro tiempo, en el que en amplias zonas de la tierra la fe está en peligro de apagarse como una llama que no encuentra ya su alimento, la prioridad que está por encima de todas es hacer presente a Dios en este mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios. No a un dios cualquiera, sino al Dios que habló en el Sinaí; al Dios cuyo rostro reconocemos en el amor llevado hasta el extremo (cf. Jn 13,1), en Jesucristo crucificado y resucitado. El auténtico problema en este momento actual de la historia es que Dios desaparece del horizonte de los hombres y, con el apagarse de la luz que proviene de Dios, la humanidad se ve afectada por la falta de orientación, cuyos efectos destructivos se ponen cada vez más de manifiesto.

Conducir a los hombres hacia Dios, hacia el Dios que habla en la Biblia: Ésta es la prioridad suprema y fundamental de la Iglesia y del Sucesor de Pedro en este tiempo. De esto se deriva, como consecuencia lógica, que debemos tener muy presente la unidad de los creyentes. En efecto, su discordia, su contraposición interna, pone en duda la credibilidad de su hablar de Dios. Por eso, el esfuerzo con miras al testimonio común de fe de los cristianos –al ecumenismo– está incluido en la prioridad suprema. A esto se añade la necesidad de que todos los que creen en Dios busquen juntos la paz, intenten acercarse unos a otros, para caminar juntos, incluso en la diversidad de su imagen de Dios, hacia la fuente de la Luz. En esto consiste el diálogo interreligioso. Quien anuncia a Dios como Amor "hasta el extremo" debe dar testimonio del amor. Dedicarse con amor a los que sufren, rechazar el odio y la enemistad, es la dimensión social de la fe cristiana, de la que hablé en la Encíclica Deus caritas est.

Por tanto, si el compromiso laborioso por la fe, por la esperanza y el amor en el mundo es en estos momentos (y, de modos diversos, siempre) la auténtica prioridad para la Iglesia, entonces también forman parte de ella las reconciliaciones pequeñas y medianas. Que el humilde gesto de una mano tendida haya dado lugar a un revuelo tan grande, convirtiéndose precisamente así en lo contrario de una reconciliación, es un hecho del que debemos tomar nota. Pero ahora me pregunto: ¿Era y es realmente una equivocación, también en este caso, salir al encuentro del hermano que "tiene quejas contra ti" (cf. Mt 5,23s) y buscar la reconciliación? ¿Acaso la sociedad civil no debe intentar también prevenir las radicalizaciones y reintegrar a sus eventuales partidarios –en la medida de lo posible- en las grandes fuerzas que plasman la vida social, para evitar su segregación con todas sus consecuencias? ¿Puede ser totalmente desacertado el comprometerse en la disolución de las rigideces y restricciones, para dar espacio a lo que haya de positivo y recuperable para el conjunto? Yo mismo he visto en los años posteriores a 1988 cómo, mediante el regreso de comunidades separadas anteriormente de Roma, ha cambiado su clima interior; cómo el regreso a la gran y amplia Iglesia común ha hecho superar posiciones unilaterales y ablandado rigideces, de modo que luego han surgido fuerzas positivas para el conjunto. ¿Puede dejarnos totalmente indiferentes una comunidad en la cual hay 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 6 seminarios, 88 escuelas, 2 institutos universitarios, 117 hermanos, 164 hermanas y millares de fieles? ¿Debemos realmente dejarlos tranquilamente ir a la deriva lejos de la Iglesia? Pienso por ejemplo en los 491 sacerdotes. No podemos conocer la trama de sus motivaciones. Sin embargo, creo que no se hubieran decidido por el sacerdocio si, junto a varios elementos distorsionados y enfermos, no existiera el amor por Cristo y la voluntad de anunciarlo y, con Él, al Dios vivo. ¿Podemos simplemente excluirlos, como representantes de un grupo marginal radical, de la búsqueda de la reconciliación y de la unidad? ¿Qué será de ellos luego?

Ciertamente, desde hace mucho tiempo y, después, de nuevo en esta ocasión concreta hemos escuchado de representantes de esa comunidad muchas cosas fuera de tono: soberbia y presunción, obcecaciones sobre unilateralismos, etc. Por amor a la verdad, debo añadir que he recibido también una serie de impresionantes testimonios de gratitud, en los cuales se percibía una apertura de los corazones. ¿Acaso no debe la gran Iglesia permitirse ser también generosa, siendo consciente de la envergadura que posee; en la certeza de la promesa que le ha sido confiada? ¿No debemos como buenos educadores ser capaces también de dejar de fijarnos en diversas cosas no buenas y apresurarnos a salir fuera de las estrecheces? ¿Y acaso no debemos admitir que también en el ámbito eclesial se ha dado alguna salida de tono? A veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad tenga necesidad de un grupo al menos con el cual no tener tolerancia alguna; contra el cual pueda tranquilamente arremeter con odio. Y si alguno intenta acercársele –en este caso el Papa– también él pierde el derecho a la tolerancia y puede también ser tratado con odio, sin temor ni reservas.

Queridos Hermanos, por circunstancias fortuitas, en los días en que me vino a la mente escribir esta carta, tuve que interpretar y comentar en el Seminario Romano el texto de Ga 5,13-15. Percibí con sorpresa la inmediatez con que estas frases nos hablan del momento actual: «No una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la ley se concentra en esta frase: "Amarás al prójimo como a ti mismo". Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente». Siempre fui propenso a considerar esta frase como una de las exageraciones retóricas que a menudo se encuentran en San Pablo. Bajo ciertos aspectos puede ser también así. Pero desgraciadamente este "morder y devorar" existe también hoy en la Iglesia como expresión de una libertad mal interpretada. ¿Sorprende acaso que tampoco nosotros seamos mejores que los Gálatas? Que ¿quizás estemos amenazados por las mismas tentaciones? ¿Que debamos aprender nuevamente el justo uso de la libertad? ¿Y que una y otra vez debamos aprender la prioridad suprema: el amor? El día en que hablé de esto en el Seminario Mayor, en Roma se celebraba la fiesta de la Virgen de la Confianza. En efecto, María nos enseña la confianza. Ella nos conduce al Hijo, del cual todos nosotros podemos fiarnos. Él nos guiará, incluso en tiempos turbulentos. De este modo, quisiera dar las gracias de corazón a todos los numerosos Obispos que en este tiempo me han dado pruebas conmovedoras de confianza y de afecto y, sobre todo, me han asegurado sus oraciones. Este agradecimiento sirve también para todos los fieles que en este tiempo me han dado prueba de su fidelidad intacta al Sucesor de San Pedro. El Señor nos proteja a todos nosotros y nos conduzca por la vía de la paz. Es un deseo que me brota espontáneo del corazón al comienzo de esta Cuaresma, que es un tiempo litúrgico particularmente favorable a la purificación interior y que nos invita a todos a mirar con esperanza renovada al horizonte luminoso de la Pascua.

Con una especial Bendición Apostólica me confirmo
Vuestro en el Señor

Benedictus PP. XVI

Vaticano, 10 de marzo de 2009.
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  1. http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2009/documents/hf_ben-xvi_let_20090310_remissione-scomunica_sp.html